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Bebé Robbie caminó hacia Mami y abrazó su cintura por detrás. Sonreía de manera encantadora.
“Mami, ¿cómo puedes hacer un trabajo tan sucio? Deja que tu hijo se encargue de eso”.
Angeline se volteó para mirar a Bebé Robbie, pellizcando su hermoso rostro. “Mi Bebé Robbie es un caballero. Seguramente deslumbrará a todas las chicas en el futuro”.
Mientras decía estas palabras, el rostro de Angeline de repente se volvió severo. “No te atrevas a jugar con ellas”.
Bebé Robbie se preguntó si debía reír o llorar...
Angeline le dejó a Bebé Robbie la tarea de hacer el plato de frutas, y ella regresó al lado de Jay para charlar con los niños.
“Escuché que Amapola se disfrazó de niño y recibió una carta de amor de una niña. ¿Es eso cierto?”, Angeline preguntó con una sonrisa.
La Hermana Dos se rio salvajemente. “Jajaja. Mami, esa chica y yo somos mejores amigas ahora”.
Angeline dijo: “Tener muchos amigos es algo bueno. Pero no deberías simplemente usar tu encanto con las chicas. También te vendrá bien hacer amigos del sexo opuesto”.
Jay frunció el ceño ante sus palabras.
Cuando se trataba de la educación de los niños, los conceptos de Jay eran conservadores y feudales, mientras que los de Angeline eran más abiertos y libres.
Jay miró a Angeline. “¿Tenías muchos amigos del sexo opuesto cuando eras niña?”.
Angeline estaba estupefacta...
Si decía que no, entonces el consejo que le dio a Amapola no sería convincente ya que no estaba predicando con el ejemplo.
Si decía que sí, los celos de Jay tal vez se desbordarían.
“Tuve uno o dos…”, Angeline tartamudeó y vaciló.
“¿Oh? ¿Cuáles son sus nombres?”, Jay preguntó con una expresión sombría.
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