¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1737

La mano de Angeline cayó sobre el hombro de Josephine. Le dio unas palmaditas y dijo: “Hazte a un lado, Josephine. Quiero decirle algunas cosas”.

Josephine dijo: “Hermana Angeline, sabes lo duras que pueden ser sus palabras. No hay necesidad de escuchar su parloteo implacable”.

Angeline dijo: “No te preocupes, ella ya no puede hacerme daño”.

Josephine no tuvo más opción que hacerse a un lado. Angeline dio dos pasos hacia adelante y se paró frente a Chloe. Con una mirada fría y aguda, miró a Chloe quien estaba sentada en la silla de ruedas.

Chloe la miró con los ojos llenos de ira y desgana.

“Angeline Severe, pensé que habías perdido peso después de tener un trastorno de ansiedad y caer en depresión. ¿Por qué parece que estás viviendo una vida cómoda y satisfactoria?”.

Judy agregó detalles incendiarios, diciendo: “Hmph, ella claramente se estaba haciendo la víctima a propósito”.

Al darse cuenta de que las cosas iban en la dirección equivocada, Josephine rápidamente le susurró a Zayne: “Date prisa y llama a mi Hermano Mayor”.

Zayne empezó a correr de inmediato.

Angeline miró a Chloe y Judy con calma y dijo con una expresión en blanco: “Pude tener una segunda oportunidad en la vida gracias al cuidado meticuloso de Jaybie”.

Chloe se agarró al reposabrazos de la silla de ruedas y se enfureció. “¿Por qué no lo dejas ir?”.

Angeline dijo con calma: “Estás equivocada. Él se niega a dejarme ir, no al revés. Cuando yo estaba extremadamente enferma en ese entonces, lo golpeé, le grité e incluso lo arrastré para que muriera conmigo, pero aún así Jaybie se negó a dejarme ir. No tengo más remedio que quedarme a su lado”.

“¿Estás tratando de lucirte?”, Chloe gruñó.

Sandra dijo: “Ella sigue siendo tu suegra, Angeline. Ella tiene un corazón débil. ¿No te preocupa que Jay se moleste si algo le sucede a ella por tu culpa?”.

Angeline dijo con una sonrisa: “¡Qué ridículo! ¿Quieres que yo cuide su corazón? ¿Cuándo se ha preocupado ella por mi salud?”.

Chloe miró la expresión altiva y arrogante de Angeline que mostraba descaradamente cuánto la despreciaba. Se sintió inexplicablemente nerviosa.

De repente recordó la advertencia de Jordan. Si ella misma destruía la relación con su hijo, Angeline ya no le tendría miedo.

Esto parecía haberse hecho realidad.

Angeline señaló una cámara no muy lejos y dijo: “Jaybie siempre ha sido justo. Si él revisa las imágenes de vigilancia y descubre que fuiste tú quien se acercó a mí y me gritó primero, estoy segura de que no me culpará”.