¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1991

En poco tiempo, Carson llevó a Faith con Jenson y Bebé Robbie.

Faith era una joven de 18 o 19 años. Llevaba un uniforme de sirvienta proporcionado por los Ares y le brillaban los ojos. Ella se veía un poco tímida.

“Jóvenes Amos, soy Faith Sue. ¿En qué puedo ayudarles?”. Hubo un indicio de un temblor espantoso en la suave voz de Faith.

Jenson acercó su boca a Bebé Robbie y susurró: “Estás entrenando tus técnicas de encanto, ¿no? Adelante, entonces. Veamos cuánto has progresado”.

Bebé Robbie: “...”.

Bebé Robbie le puso los ojos en blanco. “Puedes ser honesto conmigo si quieres holgazanear, ¿para qué molestarse en dar tantas excusas? Sé que odias hablar con extraños. No te preocupes, lo haré. Me encanta hablar”.

Bebé Robbie arregló su postura sentada y le hizo a Faith varias preguntas que parecían completamente ajenas al caso. “Hermana Sue, te ves realmente hermosa... ¿Cuántos años tienes?”.

Cole casi escupió su té.

¿Estaba este chico aquí para investigar o para encontrar una novia?

“19”, respondió Faith.

“¿Cuándo entraste por primera vez a la residencia de la familia Ares?”. Bebé Robbie de repente tomó la mano de Faith de una manera rebelde mientras usaba su otra mano para acariciar el dorso de su mano sin vergüenza.

La boca de Cole se agrandó en un círculo. Podía escuchar una voz en su cabeza: ‘¡Qué mujeriego!’.

Jenson sonrió sin decir una palabra.

Faith miró a Bebé Robbie con curiosidad. Ella no tenía idea de por qué este noble joven amo estaba siendo tan íntimo con ella.

Quizás Faith estaba tan concentrada en el comportamiento inusual de Bebé Robbie que dijo sin pensar: “Hace dos años”.

Las pupilas de Bebé Robbie se oscurecieron instantáneamente. Faith tenía solo 17 años hace dos años. Los Ares nunca contratarían sirvientes menores de edad.

“Escuché que las cosas son un poco inusuales en la Fortaleza Yorks y que es muy común que una mujer tenga muchos maridos, ¿no?”.

Carson se quedó estupefacto...

Cole asintió. “Si”.

Faith estaba tan aterrorizada que cayó ante los pies de Bebé Robbie y le suplicó: “Joven Amo Robbie, por favor no me despida. Puedo hacer lo que usted quiera que haga”.

“¿Lo que quiera?”.

“Lo que quiera”.

Bebé Robbie miró a Jenson. “¿Qué piensas, Jens?”.

Jens le dio un pulgar hacia arriba. “Tu evaluación es bastante buena. Simplemente fuiste un poco desmedido con las toallitas”.