¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 2067

Grayson se armó de valor y volvió a conversar con la mujer: “¿Tienes a dónde ir, Señorita?”.

La hermosa mujer sacudió la cabeza.

“Entonces, ¿a dónde planeas ir?”, preguntó Grayson en seco.

La mujer habló con un acento extranjero mientras decía: “No tengo a dónde ir”.

El rostro de Grayson se oscureció de inmediato. ¿Dónde diablos encontró Jacob tal bombón? De hecho, ella era una tonta y nada más que una cara bonita. Sin embargo, dado a que ese presidente tiránico le estaba pidiendo que pusiera en práctica su buen físico, él no tenía otra opción que aceptar este trabajo de mala gana.

Grayson fingió simpatizar con esta mujer y sugirió: “Entonces, ¿quieres vivir conmigo por un tiempo?”.

Los ojos de la mujer inmediatamente florecieron en brillantes rayos de luz mientras ella asentía con la cabeza con entusiasmo.

Grayson llevó a la mujer hacia Jenson y le dijo: “Señor Ares, esta mujer no tiene a dónde ir, así que he decidido llevarla a nuestro Jardín Fantasma”.

Jenson mostró una sonrisa de satisfacción. “Trabajo bien hecho”.

Varios de los miembros Fantasma estaban instantáneamente petrificados.

Tormenta murmuró: “Después de finalmente enviar a Tammy lejos, ¿traerás a otra mujer a nuestra casa? Me hace sentir muy incómodo”.

Grayson le lanzó una mirada penetrante a Tormenta. “¿Crees que quiero esto?”.

Él lanzó una mirada temerosa a Jens y añadió con agravio: “¿Conoces las consecuencias de desobedecer la orden de este diablillo?”.

“¿Cuáles son las consecuencias?”.

“Él me va a buscar una esposa”.

Tormenta también sabía que Grayson le tenía miedo a las mujeres, por lo que simplemente dejó que Grayson se burlara de él.

Grayson agarró a Tormenta por el hombro y dijo: “Esta noche dormiré a tu lado”.

Tormenta se rehusó de inmediato: “De ninguna manera. Estoy acostumbrado a dormir solo. Si estás a mi lado, me temo que podría despertarme en medio de la noche y matarte después de confundirte por un ladrón”.

Grayson miró a Tempestad, pero Tempestad también sacudió la cabeza. “Yo tampoco. Ya estoy acostumbrado a vivir solo durante tantos años. Me sentiré incómodo contigo en mi casa”.