¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 2151

Jay frunció el ceño mientras preguntaba: "¿14 años?".

Él miró a Gale. El chico parecía tener unos 15 años y en 14 años más, él sería un hombre maduro de 30 años. Se suponía que estos 14 años serían los mejores años de Gale y el momento para que un hombre tenga un romance en ciernes.

Jay preguntó con sospecha: "¿Por qué 14 años?".

Gale dijo con una sonrisa: "Estoy esperando el regreso de alguien".

Jay miró al joven frente a él. A pesar de que su sonrisa era brillante, por alguna extraña razón, daba una sensación de imprevisibilidad y madurez.

Jay miró a Bebé Zetty y preguntó: "¿Qué hay de ella?".

Gale sonrió y agitó la cabeza.

Jay miró a Gale, aparentemente todavía incrédulo. Al ver la firmeza en sus ojos, Jay dijo: "Recuerda lo que me has dicho hoy".

Jay se alejó después de decir estas palabras.

Los ojos claros de Gale miraron la espalda recta y firme de Jay. Sus ojos parecían haberse oscurecido y también había una ligera ondulación.

Jay y los demás se habían escondido en la cueva durante unos días, por lo que no estaban al tanto de los cambios que estaban ocurriendo en el mundo exterior. Jenson y Bebé Robbie lideraban a dos equipos hacia la Tierra Sagrada.

En la bifurcación de la carretera, ellos decidieron separarse para poder encontrar a Papi más rápidamente. Bebé Robbie y las hermosas hermanas de la división de inteligencia militar fueron rápidamente atacadas por los malos.

Sin embargo, después de varios años de educación y entrenamiento moral, las chicas de la división de inteligencia militar se habían vuelto extremadamente autodisciplinadas. Antes de usar los puños para resolver algo, primero habían aprendido a usar la boca.

Sin embargo, dado que la otra parte era violenta y particularmente irrazonable, las hermanas voltearon la cabeza para mirar a Bebé Robbie y preguntaron al unísono: "¿Podemos golpearlos ahora, Robbie?".

Bebé Robbie vaciló y estaba un poco arrepentido cuando dijo: “¡Mierda! Debí haberle preguntado a Jenson antes. En tal situación, ¿debería concentrarme en la diplomacia o utilizar la violencia?".

"Ustedes seguramente saben lo que hacen", dijeron los otros hombres mientras corrían hacia adelante.

Las otras hermanas tampoco eran personas con las que se debía jugar. Ellas simplemente estaban tomando las medidas adecuadas según la situación.

En cuanto a Bebé Robbie, él estaba masticando un tallo de hierba seca en su boca mientras se acostaba en un árbol con ramas bajas. Con los brazos descansando sobre su cabeza, él observaba con calma la pelea del grupo.

En este momento, las supuestamente delicadas hermanas parecían haber vuelto a cuando estaban haciendo las misiones de la división de inteligencia militar.

Este sentimiento desenfrenado y rebelde en realidad hizo que la sangre de ellas hirviera de entusiasmo y emoción. Bebé Robbie sintió que su educación moral en los últimos años podría no haber cambiado el carácter innato, feroz y dominante de las hermanas.

Al ver a esos hombres que ya tenían las manos o las costillas rotas, Bebé Robbie no podía soportar ver más la escena.

Él les recordaba incesantemente: “Mis queridas hermanas, no sean demasiado pesadas con sus golpes. Sean un poco más gentiles, ¿de acuerdo? Si son así de violentas, ¿cómo podría un hombre tener las agallas de gustar de ustedes?".