¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 2200

La mirada penetrante de Nephele recorrió los rostros de todos. Honestamente, ella no tenía idea de quién era la aprendiz de Boye, pero ella sabía con certeza que la descendiente de Boye estaba de lado del Señor Ares.

Todo se debía a que ella los había envenenado varias veces, incluido el veneno de bruja en los cuerpos de Grayson y Andy. Sin embargo, ellos pudieron resolverlo por sí mismos. Por lo tanto, Nephele sabía que había un curandero estelar elevándose silenciosamente entre ellos.

Como discípula principal de los Doctores Veneno, ella nunca podría permitir que su oponente resucitara una vez más.

“No importa si te rehusas a decirme. Puse veneno en las flores y plantas a lo largo del camino. Cuando llegaron hasta aquí, ya deberían estar muy envenenados. Dentro de poco, el veneno dentro de ustedes empezará a actuar”, dijo Nephele mientras sonreía con maldad.

“Simplemente no creo que ella se quede de brazos cruzados mientras todos ustedes mueren”.

Nephele estaba obligando a Bebé Zetty a mostrarse, pero no sabía que Bebé Zetty no estaba con ellos. No importaba cuánto ella intentara amenazar y atraer a Bebé Zetty, ella no sería capaz de aparecer.

Además, todos los presentes eran inquebrantables, por lo que nunca traicionarían a Bebé Zetty.

El Señor Ares y Cole se miraron. Los dos tenían un acuerdo tácito de que debían someter rápidamente a la otra parte antes de que el veneno dentro de ellos empezara a actuar.

Cole escupió: “Deja de decir tonterías. Solo muérete”. Tan pronto como él dijo esto, Cole se elevó y lanzó todas las armas que había escondido.

Sin embargo, este gran esfuerzo le provocó un violento incremento de dolor en el pecho, haciéndolo escupir una bocanada de sangre antes de caer directo al suelo.

“¡Cole!”. Jay corrió hacia él y lo cargó en el hombro, llevándolo de vuelta a su lado.

En este momento, Jay sabía que no debían moverse con el veneno dentro de sus cuerpos. De lo contrario, aceleraría los efectos del veneno dentro de ellos.

Sin embargo, el Señor Ares no quería quedarse de brazos cruzados y resignarse a sus destinos. Él le dijo a Jenson: “Me quedaré y los retendré. Llévate a los demás y váyanse”.

Bebé Robbie dio un paso adelante mientras sonreía con picardía. Él le dijo a Jay: “Retrocede, Papi. Yo me ocuparé de ellos”.

Solo entonces Jay recordó lo único que era el cuerpo de Bebé Robbie. Él era inmune a todo tipo de venenos. Incluso cuando él llegó por primera vez a la cueva, él era el único que no estaba envenenado, mientras que todas sus otras hermanas sí lo estaban.

Nephele dijo astutamente: “No le hagan caso. Rápido, vayan a capturar al resto”.

Tan pronto como ella dijo esto, los secuaces detrás de ella se amontonaron como abejas. Bebé Robbie se quedó quieto. Solo por su postura, él parecía que podía contener a la fuerzas enemigas él solo, custodiando el camino montañoso algo estrecho detrás de él.

Jay hizo que todas sus hijas envenenadas y los demás se marcharan a gran velocidad.

Nephele miró sus espaldas con una siniestra mueca. “Señor Ares, ¿no sabes que si tomas el mismo camino de regreso, serás envenenado aún más? Incluso Hades no podrá salvarte para entonces”.

Bebé Robbie se burló ferozmente. “Entonces me aseguraré de que seas enterrada con ellos”.

Inmediatamente después, Bebé Robbie saltó e hizo una difícil patada giratoria, lanzando a dos o tres personas al suelo.

Él era alguien que podía deshacerse rápidamente de sus enemigos tan pronto como él hiciera un movimiento.