¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 247

Hablando honestamente, Sean no tenía una idea clara de cuánto significaba Rose Loyle para Jay Ares, o si le gustaba lo suficiente como para convertirse en enemigo de Empresas Bell. Sin embargo, Jay Ares podría ser su única opción en ese momento.

“Amo Ares. Rose Loyle está... Mi padre la tiene”, Sean transmitió con ansiedad e inquietud reprimidas.

"¿Qué quieres decir?". Los hermosos rasgos de Jay se endurecieron de inmediato, emitiendo un aura sofocante.

"Ella tuvo un conflicto con mi hermana...". Como supuso que Jay Ares no le entendió, Sean hizo todo lo posible por calmar los latidos de su corazón para poder explicar mejor la situación.

Solo para que Jay Ares colgara abruptamente. Confundido, Sean Bell miró el teléfono colgado en sus manos, ‘¿Qué quiso decir?’.

‘¿Vendrá a salvarla o no?’.

Al levantarse del sofá de cuero negro, Jay Ares dejó escapar un aura natural de un hombre destinado a estar en la cima del mundo. La repentina aura tan amenazante que podría matar a tres mil hombres hizo que Grayson temblara instantáneamente a un lado.

Había pasado un tiempo desde que el Presidente tenía una expresión tan aterradora. La sed de sangre en sus ojos prometía la caída de otras personas ese día.

"Grayson, quiero que todos los de Seguridad salgan conmigo”.

Grayson estaba atónito. "¿Todos?".

El Departamento de Seguridad de Gran Asia era muy bueno en lo que hacía, y sus miembros eran todo tipo de boxeadores profesionales o campeones de artes marciales. Tener a todos fuera era raro, especialmente cuando el Presidente solo llevaba como máximo ocho guardaespaldas con él mientras andaba.

"Ve".

Jay Ares reprendió con un gran ladrido el estupor momentáneo de Grayson.

Grayson corrió rápidamente, dejando un rastro figurativo de humo detrás de él.

Al mismo tiempo, Empresas Bell estaba alborotada.

En la oficina del Director, el Director hizo que alguien le informara sobre los sucesos de la empresa, "Director, Treinta de los Humvees de Gran Asia se dirigen directamente al Edificio Central. Parecen feroces, ¿deberíamos tomar medidas de precaución?”.

Aturdido, el Director alzó la cabeza. “¿Los hombres del Amo Ares? ¿Qué hacen aquí?".

Empujándose las gafas en el puente de su nariz, desvió la mirada para mirar a Rose Loyle que se había desmayado en el suelo.

Nancy habló con desaprobación por la expresión preocupada de su padre, "No te preocupes, Papá. No hay forma de que el Amo Ares esté aquí por Rose Loyle”.

Haciendo una pausa, continuó con una confianza decidida, "Por lo que sé, el Amo Ares solo ha sido indiferente cuando se trata de sentimientos, nunca amaría realmente a una mujer. Sin mencionar que solo ha llevado ocho guardaespaldas con él, incluso cuando asiste a reuniones un poco peligrosas. ¿Cómo sería posible que trajera a la totalidad del Departamento de Seguridad de Gran Asia por Rose Loyle?".