¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 262

“¡Habla!”, Jay ladró.

Grayson dijo: "Presidente, no se enfade. El Viejo Amo Bell no tuvo ningún remordimiento por sus acciones después del incidente e incluso trató de sobornarme para aceptar cualquier tipo de chivo expiatorio".

Jay golpeó la mesa y rompió una de sus patas. En consecuencia, la mesa cayó de lado.

Grayson se estremeció. ‘El presidente no ha revelado su fuerza en mucho tiempo’.

"Stanley Bell, ya que quieres consentir a tu hija, ¡no me culpes por consentir a mi esposa con todo!".

Los ojos de Grayson se abrieron de par en par. No entendía el significado de las palabras ‘consentir a mi esposa con todo’ que había dicho Jay.

'¿No era Rose la ex esposa más odiada del presidente?’.

'¿Por qué ese repentino cambio de actitud?’.

'¿Lo mucho que la odiaba en el pasado era lo mucho que la adora ahora?'.

Grayson sintió que debía reconciliarse con Rose una vez más, de lo contrario, la persona que recibiría la ira de su presidente no sería otra que él mismo.

"Grayson, retira inmediatamente todas las inversiones y la tecnología de Gran Asia de Empresas Bell. Dejaremos de tener más proyectos con Empresas Bell. Además, utiliza nuestro equipo de comercio para bajar las acciones de Empresas Bell en tres intervalos consecutivos".

El nivel de enfado de Jay sorprendió tanto a Grayson que este se quedó con la boca abierta.

'¿No es esta la primera vez que el Gran Asia derriba a un oponente con tanta brutalidad desde su concepción?’.

'El presidente está descargando su ira. Cualquiera de las anteriores podría forzar a Empresas Bell a la bancarrota’.

"Entendido, presidente".

"¿Oh? ¿Sucedió algo así? No te preocupes, Stanley. Llamaré a Jay ahora mismo para que lo compruebe con su personal".

"Muchas gracias".

Stanley Bell continuó adulando al Viejo Amo Ares antes de colgar la llamada de mala gana.

A continuación, anunció alegremente: "¿Lo has oído? El jefe de la familia Ares ha accedido a ayudarnos a resolver este problema. ¡Así que continúe con su trabajo!".

El jefe de departamento sonrió. "Sí, ahora estoy tranquilo".

Sin embargo, una ola tras otra de calamidades siguió llegando a la costa después de eso.

No mucho después, Nancy Bell entró preocupada en busca de su padre. "Papá, algunas acciones de Empresas Bell han caído en picada".