¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 299

Esa noche, Bebé Zetty tuvo una fiebre alta.

Bebé Zetty estaba acurrucada junto a la cama, tal vez era porque una niña enferma se volvería particularmente vulnerable, o tal vez debido a la falta de seguridad que estaba experimentando después de perder a su mami. Ella comenzó a sollozar.

“Mami, ¿dónde estás? ¿Por qué no quieres más a Bebé Zetty?”. A medida que la fiebre alta iba y venía, Bebé Zetty buscaba a su Mami cuando estaba despierta. Cuando estaba inconsciente, Bebé Zetty se acostaba en la cama y dormía profundamente.

Jay había ido a la habitación por la noche y cuando escuchó el llanto de Bebé Zetty, rápidamente abrió la puerta y encendió las luces.

Vio que la cara de Bebé Zetty se había enrojecido por la fiebre. Ella lo miraba con indiferencia con los ojos entrecerrados.

Jay avanzó y tocó la frente de Bebé Zetty. Cuando él se dio cuenta de que tenía fiebre, Jay envolvió a la niña en una sábana sin decir una palabra, la llevó abajo y se dirigió directamente al Hospital de Gran Asia.

La niña estaba en sus brazos, gritando aturdida: “Mami, por favor vuelve pronto. Ya te extraño”.

Un indicio de impotencia apareció en el severo rostro de Jay.

Si hubiera sido otra mujer que hubiera dejado a su hija con él y se hubiera escapado, definitivamente despreciaría a tal mujer tan irresponsable.

Sin embargo, cuando fue Angeline quien hizo esto, no pudo criticarla en absoluto.

En los últimos días, él había estado cuidando solo a los tres niños. Era frenético. El cansancio que sentía no le hizo sentir resentimiento por Angeline, sino que le hizo comprenderla mejor. También sintió que le partía el corazón por ella.

“Bebé Zetty, no tengas miedo. Papi está aquí”. Él suavemente sostuvo a la niña con fuerzas mientras sostenía el volante con una mano.

Delante, un camión se había metido de repente.

Jay hizo un giro brusco, pero aun así golpeó la parte trasera del camión.

Jay estaba realmente nervioso. La temperatura de Bebé Zetty subía cada vez más y la niña tenía fiebre de la nada, lo que le preocupaba.

Como este accidente ocurrió en ese momento, no tenía tiempo de quedarse allí para lidiar con él.

Jay luego llamó a Grayson, pero el teléfono de Grayson estaba apagado.

Josephine estaba viajando en ese momento.

Jay había esperado con impaciencia la llegada de John, pero resultó que John estaba acompañado del Viejo Gran Amo Ares y a sus padres. Jay realmente sintió ganas de abofetear la boca desenfrenada de John.

“Jay, ¿qué está pasando?”.

Con la ayuda de su hijo, el Viejo Gran Amo Ares caminó rápidamente hacia la parte delantera del Rolls Royce y vio a Jay sentado en el asiento del conductor, sosteniendo a una linda niña en sus brazos. Él se enojó de repente.

“¿Qué diablos está pasando? ¿Por qué estás aquí sosteniendo a la hija de Rose Loyle?”.

Jay explicó: “Bebé Zetty tiene fiebre. Voy a llevarla al hospital. No tengo tiempo para explicarte las cosas”.

Después de que Jay terminara de hablar, él salió del Rolls Royce y sin el permiso de John, subió al coche de John y condujo el coche deportivo hacia el Gran Asia como si estuviera loco.

John sintió el corazón roto por el coche nuevo que acababa de comprar y divagó: “Jay, conduce despacio. Es un coche nuevo que acabo de comprar. No vuelvas a chocar con nada”.

El Viejo Gran Amo Ares lo miró con crueldad y John se tapó la boca en silencio.