¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 401

La lluvia cayó con más fuerza. No había caminos frente a ella porque estaba densamente lleno de una infinidad de arbustos.

Apartando los arbustos con ambas manos, Rose encontró las huellas que la otra mujer había dejado y siguió caminando con dificultad.

Después de mucho tiempo, ella finalmente había salido de los arbustos espinosos solo para quedar de pie frente a una casa con forma de hongo de diseño peculiar. '¿Por qué hay aquí una casa de ese estilo?'.

Atónita, Rose caminaba de un lado a otro frente a la casa con forma de hongo. Sentía curiosidad por el mundo detrás de esas puertas, pero temía que la llevara a trozos de verdad que no debería conocer.

Al final, la curiosidad se apoderó de Rose y empujó la pequeña puerta de la casa. Gracias a su pequeño cuerpo, pudo trepar.

El interior estaba oscuro, pero podía decir vagamente que la habitación era espaciosa por los pequeños rayos de luz que proporcionaba el orificio de la puerta.

Tanteando su camino a través de la oscuridad, Rose descubrió que el interior de la cúpula le recordaba a un laberinto; un laberinto con una forma que le resultaba inquietantemente familiar.

Era casi como si hubiera ido allí antes.

Ante eso, escenas confusas amenazaron con jugar en su mente mientras Rose sufría el ataque de otro dolor de cabeza.

Para aliviar el dolor, Rose no tuvo más remedio que ponerse en cuclillas agarrando su cabeza entre sus manos.

En su mente se reproducían repetidamente escenas interesantes.

…

“Has entrado en un lugar prohibido y has aprendido cosas que no deberías haber hecho, pequeña. No podemos dejar que te vayas con esos secretos, ¿verdad…? Los escándalos de la familia Ares sólo deben permanecer aquí, en la oscuridad donde la luz nunca la encontrará”.

“No te preocupes, niña. Te inyectaré nuestra nueva droga y olvidarás todo lo que pasó aquí”.

“Sin embargo, este medicamento sólo es efectivo por seis meses. ¿Qué haremos? Aún tendrás que morir seis meses después”.

…

“¿Cuánto me amas, Jaybie? ¿Si es más que las estrellas en el cielo, más profundo que las aguas de los mares y más alto que la altitud del Monte Everest?”.

“Mi corazón no tiene mucho espacio. En él no caben tantas estrellas, tampoco las vastas aguas de los mares, ni las altas montañas que desafían los vientos más fuertes. Solo hay espacio suficiente para una pequeña persona, y esa eres tú”.

…

“¿Sabías? Que tuve un nacimiento tan deplorable”, la voz desesperadamente contenida de un hombre pasó por su oído, “Nunca he sido digno de una persona tan perfecta como tú, Angeline Severe. ¡Aléjate de mí!”.

En ese momento, la puerta se cerró y llenó la cueva. ¡La salida había sido bloqueada!

De repente, la cueva se iluminó. Dándose la vuelta con miedo, Rose se encontró con la vista de un hombre cuya apariencia reflejaba la de Jay Ares con un parecido asombroso.

“De todos los caminos para elegir, Señorita, decidiste tomar el que te llevó al infierno”.

Rose contuvo la respiración. Curvando sus manos en puños a su lado, su conciencia de su entorno aumentó. Este hombre era peligroso.

“A la historia le gusta repetirse, ¿no? Después de que su pequeña novia irrumpió hace siete años, ¿quién hubiera pensado que su amada actual haría lo mismo siete años después también? Debe ser la voluntad de Dios”.

“¿Qué quieres?”, Rose cuestionó enojada.

“No te preocupes, Señorita. No te haremos daño. ¡Aunque estarás participando en un juego muy emocionante!”.

Los delicados rasgos de Rose palidecieron. Estas personas eran ávidos inventores de drogas que manipulaban la conciencia. Si tenían éxito, acabaría convirtiéndose en su marioneta.

“Ya quisieras”.