¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 403

Intimidado por Jay, Zayne no tuvo más remedio que comprometerse y buscarla junto con él en la fuerte tormenta.

“Rose…”, Jay gritó tan fuerte como pudo.

Los labios de Zayne se torcieron en una sonrisa burlona ante la incomodidad del otro.

El que al cielo escupe en la cara le cae.

Este tenía que ser el castigo para Jay por abandonar a Angeline.

Jay miró a Zayne, quien se quedó quieto como una marioneta con una mirada exasperante. “Tienes boca, ¿cierto? Úsala para llamarla”.

Zayne se limpió las gotas de su rostro, revelando una expresión burlona debajo.

“¿Ahora comprendes el dolor de perder a un ser querido, Amo Ares?”.

“Deja las tonterías. Encontrarla tiene prioridad”.

No había forma de que Zayne escuchara a Jay. Al ver que el otro se preocupaba tanto por Rose, Zayne no pudo evitar sentirse frustrado por Angel.

“Déjame preguntarte, Amo Ares. ¿Amaste a mi hermana Angel en aquel entonces?”.

“No es el momento de hablar de esto”. Jay buscó por todos lados.

Las llamas de furia reprimidas de Zayne se encendieron ante eso mientras rugía, desenfrenado: “¿Por qué no respondes a mi pregunta? Es porque tienes tus arrepentimientos por ella en tu corazón, ¿verdad?”.

Jay se dio la vuelta, su atractivo retrato ligeramente pálido.

“Puede que le haya causado daño a Angeline, pero nunca dejaré que nada le pase a Rose”.

Zayne se rio a carcajadas con la cabeza inclinada hacia arriba. “¡Jaja! Sin embargo, aquí estás, buscando a otra mujer en pánico. ¿Cómo esperas que te crea cuando me dices que amas a Angel más que a tu vida?”.

Sintiéndose cada vez más histérico por su alboroto, Jay agarró su manga con brusquedad con un movimiento rápido. “Deja de interrumpir mi búsqueda. Será mejor que desees que no le pase nada a Rose cuando la encontremos porque si no, acabaré con tu vida en ese mismo momento”.

Ante eso, Jay señaló al lado opuesto. “Nos separaremos. Puedes ir por ese lado y yo iré por este lado. Cuando la encuentres, obtendrás las respuestas que has estado buscando”.

De mala gana, Zayne tiró a Jay hacia atrás. “Si tienes la más mínima conciencia dentro de ti, responderás mi pregunta y serás totalmente honesto al hacerlo. ¿Estuviste detrás del accidente de coche de mi hermana o no?”.

Los ojos de Jay se entrecerraron levemente. “¿Qué dijiste?”.

Eso fue lo más absurdo que había escuchado en su vida.

“El accidente automovilístico de mi hermana menor. Investigué y encontré que su coche fue manipulado. ¿Fuiste tú?”.