¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 573

Jack preguntó: "¿Vas a infringir la ley?".

Mirándolo con ojos inyectados en sangre, Grayson gritó indignado: "Todo lo que quiero es proteger a mi jefe para que no termine lastimado por bastardos de dos caras como tú”.

Jack les dio a los dos hombres que estaban junto a las puertas de la habitación, Tormenta y Tempestad, una buena mirada. Los dos parecían delgados y frágiles, junto con sus rasgos exquisitos en su piel de porcelana clara, no parecían luchadores.

Planeando entrar por la fuerza y ​​retener a Jay como rehén como una forma de restringir los movimientos del guardaespaldas, instruyó: "Hombres, lo quiero fuera de allí".

Alrededor de una docena de hombres que había traído corrieron hacia la puerta de la habitación. Con una expresión tranquila en sus rostros, Tormenta y Tempestad se pararon como dos árboles de álamo, firmemente arraigados en su lugar para proteger a su presidente que estaba detrás de esas puertas.

Enfurecidos, ni Tormenta ni Tempestad se contuvieron durante la pelea. Una patada giratoria de Tormenta dejó a los hombres de Jack incapacitados en el suelo. Mientras que aquellos que se encontraron con la mano de Tempestad en sus cuellos comenzaron a sangrar por sus siete orificios.

Jack miró aturdido a Tormenta y Tempestad. No había esperado que hombres tan apuestos y ágiles resultaran ser luchadores tan profesionales.

Grayson aún no se había movido mientras le dirigía a Jack una mirada de desprecio. "Gran Asia no cuidará de tus inútiles hombres, Viejo Amo. Por favor, llévatelos antes de que ensucien el lugar".

Negándose a darse por vencido, Jack resopló. "Soy el padre de Jay, Grayson. ¿Cómo puedes prohibirme que me lleve a mi hijo? Te haré sufrir por el resto de tu vida si algo le pasa a Jay ahí dentro".

Grayson sonrió amenazadoramente. "No eres bienvenido aquí, Viejo Amo. Te sugiero que no vuelvas a visitarnos. Verás, es posible que nuestros guardaespaldas no te reconozcan. Sería una pena que algo le sucediera a un anciano como tú si accidentalmente te confundieran con otra persona".

Jack se enfureció. “Tú... Solo espera. Me gustaría ver cuánto tiempo más puedes mantener esta arrogancia".

Jack le lanzó a Grayson una mirada venenosa justo antes de irse.

Sera Severe se sentó en el gran sofá de una plaza mientras dos de sus sirvientes alimentaban su embarazado ser con frutas y pasteles.

Uno de los sirvientes incluso comenzó a halagarla, diciendo: "Señorita Severe, dar a luz al hijo del Viejo Amo la convertiría en la heroína del Anexo Sicomoro. Como madre del niño, estoy segura de que el amor del Viejo Amo por usted florecerá enormemente. Incluso la Señora tendría que respetarle y cederle el paso".

Una sonrisa coqueta cubrió completamente los ojos de Sera. "No importa si el Viejo Amo Ares me ama o si la Señora me respeta".

Lo que quería era ser la pequeña amante de Jack en el Anexo Sicomoro. De esa forma, Jay Ares no tendría más remedio que llamarla ‘Señora’.

La mera idea de salirse con la suya delante de Jay gracias a esta identidad tenía a Sera nerviosa de emoción.