¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 633

Josephine estaba estupefacta cuando supo que el hombre con el que sus padres querían casarla era famoso por ser un apostador.

“¿Es cierto eso, Angeline?”. Ella se rehusaba a creer que sus queridos padres podrían hacerle eso a ella.

Angeline juró y dijo, “La familia Titus de Ciudad de Golondrina fueron las personas que traicionaron a la familia Severe en el pasado. Para poder vengarme de ellos, desenterre toda la suciedad de cada uno en la familia Titus”.

“Los Titus solo tienen un Joven Amo, y ese Joven Amo era notorio por ser malo desde que era un niño. Cuando creció, lo único que sabía hacer era comer, beber, y apostar. Sin embargo, la familia Titus todavía tiene una hija, quien es muy competitiva. Por eso la han entrenado para ser la heredera en lugar de él”.

Una vez Josephine escuchó las palabras de Angeline, ella abrazó sus piernas en silencio y se acurrucó en una bola mientras temblaba.

“Mi mamá y papá en verdad son buenos conmigo”, dijo Josephine en voz baja.

Angeline la abrazó fuertemente, tratando de darle un poco de calor. “Josie, no tengas miedo, todavía me tienes a mí y a tu hermano. Nunca dejaremos que tus padres arruinen tu felicidad”.

Josephine se inclinó dentro de los brazos de Angeline. Tenía una expresión de desesperación que fue más dolorosa que la muerte.

“¿Qué debo hacer, Angeline?”. Ella se sintió como si estuviera en un bote solitario a la deriva en el mar, impulsado lejos por la brisa y las olas, sin un lugar donde echar su ancla.

Angeline era como una hermana mayor que continuaba alentandola. “La vida nos dará muchas dificultades, Josie. Pero mientras estemos vivas y determinadas a superar dichas dificultades, nosotras definitivamente podremos cambiar nuestro propio destino”.

Josephine miró a Angeline aturdidamente. Por alguna razón, ella se acordó de las turbulencias y el sufrimiento de Angeline en esta vida y se sintió inspirada al ver que Angeline seguía hacia adelante después de miles de dificultades.

Josephine se levantó de los brazos de Angeline y dijo apasionadamente, “Tienes razón. Mientras estemos vivas, siempre hay esperanza de superar dificultades”.

Angeline se sintió aliviada.

“Entonces, ¿debería ir y conocer a este sinvergüenza?”. Una vez que regresó a la realidad, Josephine empezó a sentirse incómoda.

Angeline sonrió y dijo, “Si tú no vas, tus padres podrían hacer de tu vida un infierno viviente. ¿Por qué no vas y lo conoces...?”.

Las pupilas brillantes como el vidrio de Angeline brillaron. “Tenemos que encontrar una manera de dejar que él voluntariamente renuncie a este matrimonio. Así, tus padres no podrán obligarte a casarte con él”.

Josephine respondió emocionada, “¿Tienes alguna idea, Angeline?”.