¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 634

Esto continuó hasta que los sirvientes de Anexo sicomoro fueron a anunciar, “Joven Amo, el Viejo Amo Jack y la Señora han arreglado una unión para la Señorita Josephine, y la otra parte ya ha llegado al Chalet. Por eso, el Viejo Amo Jack ha solicitado que el Joven Amo venga y acompañe a los invitados”.

Jay frunció el ceño levemente. Jack y él eran muy conscientes de que su relación padre-hijo era meramente un encubrimiento por los escándalos de la familia Ares. Llamarse padre e hijo era beneficioso para ambos cuando estaban afuera, pero Jack nunca haría estas cosas cuando estaban en casa.

Por eso, era imposible que Jack lo dejara interferir en los asuntos que ocurrían en el Anexo Sicomoro.

A menos que esto fuera...

Jay pareciera haberse dado cuenta de algo, y llamó, “Tormenta”.

Tormenta inmediatamente dió un paso adelante, “¿Qué tiene en mente, Sr. Ares?”.

Jay vió la mirada respetuosa de Tormenta y suspiró por dentro.

Tal vez solo Angeline tenía el coraje de hacer un alboroto en frente de él.

Sin embargo, él la había ahuyentado.

“Ve al Anexo Sicomoro”, anunció Jay tristemente.

“Sí”, Tormenta respondió y empujó la silla de ruedas, caminando hacia Anexo Sicomoro.

De camino allí, Tormenta cautelosamente intercedió por Angeline. “Sr. Ares, nada pasó entre la Señora y el hombre anoche. Ella salió casi de inmediato después de entrar”.

El estado mental de Jay no estaba del todo aliviado por la explicación de Tormenta.

Él aún estaba completamente molesto.

Angeline invitó a un hombre a salir a mitad de la noche y aceptó su regalo. Más importante aún, ella fue incapaz de ser franca delante de él.

“¿Fuiste capaz de encontrar la identidad de este hombre?”, Jay preguntó.

La expresión facial de Tormenta se volvió afligida; sì él confesaba la verdad en ese momento, la Señora nunca sería capaz de limpiar su nombre.

Cuando escucharon que Jay estaba en camino, la expresión facial de todos era brillantemente variada.

La familia Titus estaba asombrada.

Sera estaba secretamente llena de alegría.

Cuando Tormenta empujó sin prisa a Jay al vestíbulo del Anexo Sicomoro, la cara de Jack le hacía parecer estreñido.

Él dijo en un tono peculiar, “Tus piernas están en mala condición, Jay. ¡Debiste haberte quedado en la Corte de Buque Fragante y descansar!”.

Estas palabras dejaron en claro que detestó su llegada.

La mirada como halcón de Jay barrió a través del vestíbulo, pero él no vió a la persona que él quería ver. Había un sentimiento de pérdida en sus ojos.

“Escuché que mi padre estaba arreglando un matrimonio para mi hermanita. Así que vine a verlo por mi mismo, como hermano mayor”, dijo Jay con indiferencia.