¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 651

“Tu hermano… no es el hijo biológico de tu padre. Naturalmente, tu padre no querría darle el control de Empresas Ares”. Angeline no quería mentirle a Josephine.

Josephine estaba completamente conmocionada.

Angeline dijo con convicción: “Sospecho que tú tampoco eres la hija biológica de tu padre”.

Sus palabras dieron en el blanco de manera impredecible.

“Entonces, ¿quién es el padre de mi hermano?”, Josephine preguntó con curiosidad.

“No lo sé”.

Inexplicablemente, la imagen del hombre que se parecía a Jaybie apareció en su mente.

Los ojos de Josephine y Angeline se encontraron. De repente, ambas sintieron como si la familia Ares les estuviera ocultando secretos.

El día siguiente.

La luz de la madrugada brilló en el Anexo Sicomoro, expulsando la niebla. Incluso el pasillo, que usualmente era oscuro y lúgubre, se volvió brillante y acogedor.

Sosteniendo su falda en sus manos, Angeline caminó de puntillas hacia la habitación de Jay.

Por suerte, su amor todavía estaba dormido. Él no estaría feliz si supiera que ella se había ido toda la noche.

Abriendo la puerta suavemente, Angeline se aseguró de que la figura en la cama no se moviera antes de escabullirse dentro.

Jay cerró los ojos abruptamente.

¿Qué estaba tramando esta chica?

Él no la había visto cuando se despertó esa mañana y había estado esperando durante mucho tiempo por su regreso.

La manta fue levantada y el colchón se hundió. Un cuerpo cálido apareció a su lado.

Jay se sorprendió…

Él ya entendía. La chica no lo había dejado por un tiempo, sino toda la noche. Por eso actuaba de manera tan extraña y fingía que no se había ido.

Enfurecido, Jay abrió los ojos y fulminó a Angeline con la mirada.

Angeline estaba mirándolo culpablemente…

Él empezaba a pensar que la chica no lo amaba tanto como él lo hacía.

Al ver el dolor en la superficie de los ojos de él, Angeline entró en pánico. “Amor, fui a la Cabaña Luna Voladora anoche”.

Jay la fulminó con la mirada, el arrepentimiento se acumulaba en su corazón. Él debió haberle dado la mano de Josephine en matrimonio a Zayne lo antes posible sin considerar que él no podría hacerla feliz.

Al menos entonces Josephine no le estaría dando tantos problemas en ese momento.

“¿Qué estabas haciendo allí?”. Jay reprimió la ira dentro de él.

Angeline pensó que las habilidades de observación de Jay debían de haber sido muy lentas la noche anterior. Ella preguntó curiosamente: “Amor, ¿no pensaste que había algo raro con el vino anoche?”.

Jay respondió: “Yo no lo bebí”.

Él dio a entender que no pensaba que nada estuviera mal porque no había bebido el vino.

Angeline lo guió pacientemente. “¿Y no pensaste que yo actué de forma extraña anoche?”.

Ella no podía creer que él no pensara que algo andaba mal después de lo ruda que ella fue la noche anterior.