¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 758

Resumo de Capítulo 758: ¡Buenas noches, Señor Ares!

Resumo do capítulo Capítulo 758 de ¡Buenas noches, Señor Ares!

Neste capítulo de destaque do romance Romance ¡Buenas noches, Señor Ares!, Internet apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.

Él no la urgió más. En cambio, sus penetrantes ojos estaban fijados en la cara de ella.

Angeline estaba más delgada, y sus rasgos parecían más intrincados, especialmente sus ojos. Ellos eran más grandes y brillantes que antes.

Cuando él pensó en cómo una persona encantadora como ella podría estar con otro hombre, un aura fría emanó de su cuerpo y lo rodeó.

“Angeline Severe, tienes que entender que este no es un asunto de si firmas o no el acuerdo. En cambio, es si yo decido firmarlo o no”.

Angeline de repente se dió cuenta. Sera estaba en labor de parto en ese momento y estaba en una emergencia. Ella ignoró todas sus dudas y pensamientos en su mente, y firmó rápidamente los papeles.

Ella le regresó el acuerdo a Jay. Para su sorpresa, él solo la miró fijamente con sus ojos brillantes. Él no tenía ninguna intención de firmar esos papeles.

“¿Qué es lo quieres para que puedas dejarla ir?”, Angeline preguntó con una expresión abatida en su cara.

Jay le preguntó de vuelta fríamente: “¿Escuché que te reuniste con Cole Yorks hoy?”.

Angeline estaba en silencio. Ella de verdad estuvo con Cole Yorks durante el día.

Jay notó que ella no lo negó, así que él podía deducir lo que estaba pasando.

Su furia incrementó inmensamente. “Angeline Severe, recuerdo haberte advertido antes que no te enamoraras en frente de los niños. ¿Te has olvidado de eso tan rápido?”.

Angeline lo miró con sospecha. “¿Cómo sabes eso?”.

Ella sospechaba que él había mandado a alguien a seguirla.

Jay respondió: “Los niños me dijeron”.

Todas las dudas que ella tenía se disiparon completamente.

Jay vio que ella no sería sincera sobre su vida amorosa por lo pronto, y su pecho hirvió de rabia. Lo hizo echar humo mientras su rabia se disparaba. Era como si la más mínima provocación lo fuera a hacer explotar.

“Señor Ares… Máteme... Máteme… Para que pueda ser libre”. Ella dijo entrecortadamente mientras sus ojos se ponían rojos.

Jay lentamente la soltó. Él se culpó inmensamente. ¿Qué estaba haciendo?

Él la odiaba porque la amaba, pero ¿matarla?

Angeline sostuvo su rojo e hinchado cuello, y su rabia se volvió risa. “¿Por qué no me estrangulas hasta matarme?”.

Jay se estremeció cuando escuchó sus palabras de condena.

“¡Vete!”, Jay rugió.

Angeline dio la vuelta y se fue.

Ella caminó hacia la puerta. Sin embargo, ella escuchó los aullidos de Sera mientras la abría. Ella se dio la vuelta y cayó sobre sus rodillas con un fuerte golpe. “Señor Ares, le ruego que por favor firme ese acuerdo”.

Histórico de leitura

No history.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: ¡Buenas noches, Señor Ares!