¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 823

Anne exclamó: “No solo funcionó. ¡Es como magia! La herida de mi Sera se curó en solo una noche”.

Angeline estaba asombrada. Ella no esperaba que las ridículas declaraciones de Cole fueran ciertas.

Angeline rechazó indirectamente. “Tía Connors, todavía estoy usando la crema curativa, así que no puedo dártela”.

Ella estaba pensando en Jay. Una persona con un estatus como él siempre tendría gente acercándose a él para amenazarlo, por lo que sería inevitable que él resultara lastimado. Ella tenía que guardar algunas de las cremas para él.

Sin embargo, le preocupaba que Anne se sintiera descontenta, por lo que Angeline tomó otro medicamento junto a ella y se lo metió en la mano. “Esto es para ti”.

Para Anne, fue como recuperar lo que uno perdió en los columpios en el tiovivo. Ella se marchó feliz.

Angeline miró las medicinas y los suplementos mientras recordaba lo que dijo Cole: “Todos estos son medicinas que no se pueden encontrar en el mercado”.

De repente, ella se dio cuenta de que necesitaba ocultar estas gemas. Algún día, las llevaría al Gran Asia para analizarlas. ¿Quizás podría hacer una gran contribución a la industria médica del Gran Asia?

Angeline puso todos sus tesoros en su armario y los encerró con dos candados gigantes antes de finalmente sentirse aliviada.

Durante el desayuno, el hijo menor de Anne, Seth, regresó de repente.

Él parecía que tenía muchas cosas en la cabeza.

A la persona a la que más amaba Anne era a su hijo, por lo que estaba extremadamente nerviosa. “Seth, cariño, no te ves tan bien después de regresar. ¿Te metiste en problemas?”.

Seth dijo: “Mamá, necesito dinero”.

Anne olvidó que los Severe estaban al borde de la bancarrota. Ella le dio una palmadita al dorso de la mano de Seth y dijo: “¿Cuánto?”.

Seth levantó el dedo.

“¿Por qué necesitas tanto dinero?”, George lo regañó enojado.

Todos los ojos estaban puestos en Seth.

Seth dijo lentamente: “Empecé a ver a la Señorita Titus, y Yosemite quiere un dote de mil millones”.

“¡No!”. George golpeó la mesa con la mano.

Él rugió enojado: “Ese Yosemite es un hombrecito traicionero. ¡Él fue quien nos hizo sufrir un cambio de suerte! ¡No permitiré que tengas ninguna relación con ninguno de los Titus!”.

El corazón de Seth se rompió por completo. “Papá, la razón por la que quiero ser el yerno de los Titus es para obtener sus secretos comerciales. ¡No tengo más opción que casarme con la Señorita Titus!”.

Anne se puso del lado de su hijo. “Amo, Seth hizo esto para ayudarte. Él es muy filial, así que no puedes hacer que se sienta derrotado”.