¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 91

“No estoy de humor para discutir contigo hoy, Jay Ares. Necesito salvar a mi hijo”, la mente de Rose estaba ocupada pensando en la seguridad de Bebé Robbie. No tenía la energía para que le importara las consecuencias de enfadar a Jay.

Jay apretó los dientes. Sus ojos ardían de rabia. "Rose Loyle. Eres la primera persona que me ha vencido. Recordaré esto, y volveré a esto después de que tu hijo sea rescatado".

"Lo que sea", dijo Rose cansadamente.

Rose se las arregló para conseguir una tregua con Jay porque tenían un hijo que salvar.

Recibió una llamada de los secuestradores otra vez. "Transfiere el dinero a mi cuenta bancaria...".

"¿Cuánto?", Rose preguntó.

"¡Doscientos millones!". El secuestrador duplicó la suma para el rescate en el acto.

Rose no tenía tanto dinero. Solo podía mirar a Josephine con impotencia.

Josephine mostraba una expresión incómoda en su rostro. La tarjeta que su hermano le dio tenía un límite de cien millones. ¿Dónde iba a encontrar la otra mitad?

Rose podía leer en el rostro de Josephine que también estaba indefensa. No tenía otra opción que acudir a la persona más rica de todas.

"Señor Ares, ¿puede prestarme algo de dinero?". Ella dijo, mordiéndose el labio. Su labio estaba sangrando mientras forzaba esas palabras de su boca.

El rencor de ser abofeteado aún estaba fresco en la mente de Jay. Era la oportunidad perfecta para vengarse de ella. "¡Suplícame!". Dijo con una fría y siniestra sonrisa en su cara.

"Te lo ruego", dijo Rose con sequedad.

Jay miró furioso a su hermana. "Esto no es asunto tuyo. Apártate".

"¿Cree que la estoy ayudando, Hermano? Te estoy ayudando a ti", dijo Josephine.

Jenson de repente saltó de los brazos de Jay. "Levántate, Mami. Tengo el dinero. Te lo daré", le dijo a Rose.

Jay estaba increíblemente frustrado de que su hijo no estuviera de su lado.

Jenson extendió la palma de la mano a su padre. "Papi, devuélveme mi dinero de Año Nuevo".

Jay pensó que era increíblemente trágico que su hermana y su hijo se hubieran vuelto en contra suya.