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Jay estaba dudando, pero Tommy le suplicó. “Ben, tienes que aceptar las solicitudes de la Presidenta Severe. Todo el pueblo te lo agradecerá”.
Jay estaba angustiado. “Ya tengo un trabajo”.
Tommy respondió consternado: “Ah, entonces tienes un trabajo, así que ya no nos ayudarás”.
Angeline sabía que Jay era un hombre de palabra. Como prometió que sería el instructor de piano de Bebé Zetty, él no aceptaría ningún otro trabajo.
Para aclarar sus inquietudes, Angeline respondió: “No es necesario que estés presente para trabajar. Todo lo que tienes que hacer es vigilar de cerca a los pescadores y asegurarte de que sigan las reglas de aquí”.
Jay luego estuvo de acuerdo. “Muy bien entonces”.
Grayson llamó a la policía y, después de algunas bromas, se volteó hacia Angeline para decir: “Necesitan un garante”.
Jay dijo: “Yo”.
Angeline meditaba sobre el hecho de que esos pescadores eran brutos y barbáricos. Si hubiera algún problema, el garante lamentaría ser el garante en primer lugar.
Ella le puso los ojos en blanco a Jay. “¿Tú? Todo en ti vale incluso menos que una de mis uñas. ¿Cómo vas a ser el garante?”.
Jay respondió: “¡Eres tan vulgar!”.
Angeline: “...”.
¡Este b*stardo realmente estaba mordiendo la mano que lo alimenta!
Grayson comprendió la situación, por lo que respondió en el teléfono: “La presidenta será la garante. Déjenlos ir inmediatamente”.
Después de que Tommy y Jay dejaran el departamento de diseño en el edificio, Tommy no tenía más que elogios para Angeline. “Ben, creo que la Presidenta no es tan aterradora como dicen los rumores. Ella es fría por fuera, pero agradable por dentro. Se ve desagradable, pero cuando se enteró de nuestras dificultades y de lo difícil que es ganar dinero para nosotros, se volvió tan amable... Creo que ella es mejor que esas mujeres de nuestro pueblo que se ven agradables y amables pero que en realidad hablan a tus espaldas”.
Jay se sumió en un pensamiento profundo …
Él pensó en cómo esa bruja le había preparado arroz congee, lo había llevado al médico cuando estaba enfermo y ahora ayudaba a los pescadores. Todas sus acciones fueron reconfortantes, pero cuando llegó a la idea de que ella quería mantenerlo como su cónyuge, Jay simplemente no podía estar de acuerdo con lo que dijo Tommy.
“La diabla tiene motivos ocultos para hacer todo esto”.
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