Esa mañana el apuesto CEO Julien Torrenegro, estaba por salir a trabajar en el corporativo Torrenegro, cuando escuchó por casualidad una conversación, su única hija Juliana, hablaba por teléfono con el que suponía era un chico, quizás un pretendiente
— Shad, ya te he dicho que no quiero hacer tal cosa, no estoy preparada para dar ese paso todavía
— Eres una fresa, Juliana, todas las chica de tu edad lo hacen con sus novios, ¿por qué tu no quieres hacerlo conmigo? ¿acaso no me amas lo suficiente? si no te entregas a mi te voy a terminar, ya te he tenido demasiada paciencia y no cambias de opinión
— Shad, sabes que si te quiero, no quiero terminar con lo nuestro, yo... esta bien, lo haremos el día de la graduación del High Scool, yo te quiero Shad, no quiero perderte — Juliana se quedó llorando en el pasillo, estaba claro que ella no quería dar ese paso pero ese rufián la estaba manipulando y se estaba aprovechando que ella tenía sentimientos por él para llevarla a la cama
Julien Torrenegro, tenía un carácter muy parecido al de Lucien Black Di Monti, el padre estaba que ni el sol lo calentaba, había dudado en acercarse a su hija y hacerle saber que la había escuchado y que no le permitiría cometer ese error tan grande, era obvio que el tal Shad solo quería la pureza de ella, el muy maldito no iba a conseguir lo que quería
El CEO salió de su casa pero no a su oficina, salió a la mansión Black, necesitaba un consejo de como manejar este asunto o él iría y mataría a ese Shad con sus propias manos sin problema, claro que antes lo haría sufrir lo indecible por pretender hacerle daño a su hija
— Julien, que sorpresa tenerte por aquí — Angelina recibió a su yerno, en verdad que le extrañaba su visita
— Buenos días señora Angelina, ¿se encontrará el señor Black en casa? quisiera hablar con él
— Si, el está como siempre en el despacho, pero... todo bien, ¿Luciana está bien y Juliana?
— Ellas están perfectamente bien, no se preocupe que yo me encargo de que sean felices cada día, son cosas de hombres las que vengo a hablar con mi suegro
— Siendo así, adelante Julien, estás en tu casa
Un par de toquidos se escucharon en la puerta del despacho, Lucien se extraño por qué Angelina no acostumbraba tocar, el CEO no recordaba haber citado a alguien ese día
— Adelante, pase
— Buenos días, soy yo señor Black, he venido a hablar con usted
El imponente hombre estaba un poco sorprendido, por lo general, Julien evitaba su cercanía, ¿tan grave era el asunto que estaba aquí buscándolo?
— Siéntate, tú dirás, ¿en qué puedo ayudarte? si se trata de que has engañado a mi princesa te recomiendo que corras lo más rápido que puedas por qué te voy a matar
— No, jamás lo haría, Luciana es el amor de mi vida, nosotros estamos bien, se trata de otra cosa
— ¿Qué pasa? ¿tú amiguito no se levanta? si es eso debes acudir a un especialista, imagino que no debe ser fácil un problema así para un hombre tan joven como tú, pero que se le va hacer
— Mi miembro funciona perfectamente bien, señor Black, su hija no tiene queja de mí, ella se siente satisfecha
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