Cásate conmigo de nuevo romance Capítulo 16

¡La brisa nocturna era muy fría!

Hansen condujo su coche hasta una zona oscura del río de Ciudad A. Bajó la ventana antibalas de su coche y encendió un cigarrillo.

El viento de la noche se colaba por la ventana desde fuera, agitando su espeso cabello negro y llevando consigo la bocanada de humo. Miró hacía el lugar donde desaparecía el humo. Sus ojos estaban tristes y eran tan oscuros como un pozo infinito.

Inhaló profundamente el humo y luego lo exhaló. El humo desapareció en la noche oscura. La luz tenue caía sobre su rostro apuesto, aparentemente surrealista.

Cuando levantó levemente la cabeza, una chica pura y hermosa con un vestido de tul blanco apareció frente a sus ojos. No pudo evitar sonreír.

Fue cuando estaba en su segundo año en la Universidad C. Un día, al atardecer, los rayos iluminaron el hermoso campus, envolviéndolo en calidez. Como se sentía aburrido, Hansen caminó lentamente hasta la biblioteca para matar el tiempo.

Tan pronto como entró, se topó con una chica. Llevaba un vestido de tul blanco con el cabello suelto pasando los hombros, con una sonrisa inocente en su hermoso rostro. Tenía un libro en la mano.

Ella era como una hada salida de un sueño con su brillante sonrisa.

En ese momento, Hansen sintió algo intenso. Sus ojos oscuros brillaron, como si finalmente hubiera conocido a la chica que había estado buscando en sus sueños.

Durante su encuentro, la niña se sonrojó y sonrió tímidamente cuando lo vio.

Al mirar sus pupilas negras, el corazón de Hansen tembló. Su cara y orejas se pusieron rojas en un instante.

Cuando la chica pasó junto a él, no pudo evitar escuchar su risa.

Desde entonces, llevaba a esa chica en su corazón. Ella era hermosa e inocente, y tan pura como un ángel.

Comenzó a pensar en formas de acercarse a ella y solicitar información sobre su vida.. Sabía que era Jenna Murphy, la hija de Javon Murphy, el ministro del Departamento Nacional de Finanzas de Ciudad A. ¡Ella acababa de inscribirse en la universidad!

Su vida parecía estar cargada con nueva energía. Estaba de muy buen humor y su esperanza comenzó a florecer.

Pero nunca se le ocurrió que una mujer tan pura y hermosa fuera en realidad tan disoluta. Si no lo hubiera visto con sus propios ojos... No lo habría creído.

Cuanto más hermosa parecía una mujer, mayor era la posibilidad de que fuera una mujer de dos caras, astuta y desagradable por dentro.

Esta fue la conclusión que sacó de Jenna.

Así como todas las cosas bellas acaban destruyéndose, el fuego ardiente en el corazón de Hansen se extinguió, su pasión se fue y su hermosa imagen de ella ya no existía.

Él había tomado la decisión de olvidarla. Ella era solo una mujer disoluta, una mujer arrogante y maleducada, ¿cómo podría un hombre como él interesarse por ella?

Sin embargo, así como un océano en calma que inesperadamente agita las olas, el destino le tenía otra jugada.

Cuando se graduó de la universidad, un matrimonio arreglado estaba esperando por él y fue organizado por su abuela. ¡Ay no, la mujer prometida era Jenna!

Tenía una hermosa apariencia pero con un corazón desagradable.

Estaba enojado, disgustado y renuente, ¡pero fue inútil!

Por eso, se sumergió en la desesperación por un período de tiempo, ¡pero finalmente lo aceptó!

Tres años atrás, mientras pensaba en ello, un incidente repentino destrozó sus planes.

Por esa razón, Hansen casi se vuelve loco.

Su padre fue hospitalizado y su madre se sintió tan triste que se enfermó. Todo eso había sido culpa de esa mujer.

Con un 'bang', el molesto Hansen arrojó su colilla y se sentó en el asiento de cuero.

"Vaya, esta chica se ve muy bien, su piel se ve tan suave y tierna". Dos hombres gordos y bronceados con trajes de obreros se acercaban a Jenna desde el embarcadero. Sus ojos brillaban como lobos hambrientos y sus rostros estaban llenos de lujuria.

Habían estado mirando a Jenna en la oscuridad durante mucho tiempo, y sus ojos brillaban con una luz fría y hambrienta. Después de asegurarse de que la mujer estaba ebria, mostraron sonrisas espeluznantes en sus rostros.

"Jack, cuando esté lo suficientemente ebria, será nuestro turno de gozar. ¡Finalmente podremos disfrutar!", dijo uno de los hombres mientras se frotaba las manos.

"Sí, no solo podemos disfrutarla, también podemos conseguir algo de dinero. Realmente no esperaba que tuviéramos suerte esta noche". El rostro del hombre se iluminó. Levantó el brazo y se secó la saliva de la comisura de la boca con la mano. Móstró sus dientes amarillos cuando abrió sus labios. Se rió y se acercó a Jenna.

Ya era muy de noche.

Jenna había bebido casi diez latas de cerveza y su cara estaba toda roja. Lanzó una lata de cerveza mientras lloraba y reía, pero luego su conciencia se fue perdiendo gradualmente y estaba demasiado borracha para ponerse de pie. Se apoyó contra el poste junto al río y sus mejillas estaban rojas como tomates. Ella murmuró: "Papá, realmente no puedo aguantar más. ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer?".

Mientras decía esto, rompió a llorar de nuevo.

Las dos figuras se acercaban cada vez más, pero Jenna todavía no sentía el peligro.