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¡Cásate conmigo de nuevo! romance Capítulo 7

Clarisa se atragantó hasta toser fuertemente. Se veía nerviosa, y los ojos de Serafín se oscurecieron aún más: "¡Habla!".

Ella dejó rápidamente el vaso de agua: "Soy capaz de quedar embarazada sin razón, o tú tienes el don de reproducirte a distancia, ¿en qué momento no tomaste precauciones?", su tono se tornó irónico y lleno de molestia hacia el final.

"¡Qué lengua más afilada!", Serafín soltó una carcajada. Pero parecía convencido de que ella no podía estar embarazada y no continuó con el tema.

El hombre se arrodilló junto a la cama, sujetando su tobillo, y abrió el botiquín. Clarisa no se resistió, conocía su carácter y sabía que no podía ganarle. Como marido, no la amaba, pero como hermano, casi que sacaba nota perfecta.

Él colocó su pie derecho sobre su rodilla, sujetando su tobillo níveo y con unas pinzas aplicó yodo para limpiar la herida. Tal gesto, incluso realizado por él, tenía una elegancia natural.

Ella lo miraba fijamente, como si regresara a catorce años atrás, cuando él la trajo a casa cubierta de sangre y ella, en estado de shock, no dejaba que los médicos se acercaran, ese Serafín joven se agachó frente a su cama, limpiándole con cuidado las heridas: "Clarita, no temas, tu hermano te protegerá. ¿Te parece si ya no dejo que te lastimes más?".

Hacía mucho que no tenían un momento de cariño y ternura de ese tipo.

Cuatro años de distanciamiento habían sido suficientes para demostrar que él no la amaba. Serafín terminó de vendarla y sacó algo del botiquín, lanzándoselo: "Ve y compruébalo".

Era una prueba de embarazo. Clarisa mordió su labio: "No comí nada en la tarde, solo es malestar estomacal, yo no..."

"¡Ve y compruébalo!", el hombre la interrumpió.

Le tenía tanto miedo a que estuviera embarazada. Claro, nunca había querido darle un hijo y en ese momento con el regreso de Zaira, menos. Ella recogió la prueba de embarazo y arrastró su cansado cuerpo al baño; cinco minutos después, salió y le entregó la prueba a Serafín.

"Una sola línea, no estoy embarazada, ¿contento?".

Su tono fue sarcástico, Serafín miró la prueba de embarazo brevemente, con una voz fría y clara: "Mejor que así sea".

Definitivamente él no quería que ella estuviera embarazada. Dormir con ella ya era algo que hacía a regañadientes, tener un bebé era aún más impensable. Si estaba embarazada, seguro sería un bastardo.

"Me voy a dormir al estudio, tú reflexiona bien sobre lo de hoy", él se dio vuelta y se fue.

Clarisa fijó su mirada en la prueba de embarazo que había tirado a la basura, sus piernas se debilitaron y cayó sentada en la cama.

Al día siguiente, cuando ella se despertó, la luz del día ya era intensa. Se movió un poco y al rozar la almohada con la oreja, inmediatamente sintió que algo andaba mal. Alzó la mano y, como esperaba, tocó unos pendientes. Se miró en el espejo del tocador; un par de pendientes con diamantes formando una flor de gardenia, con dos pequeñas perlas rosadas en el centro; habían regresado a ella.

Capítulo 7 1

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