¡Cásate conmigo de nuevo! romance Capítulo 8

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"¿Hilda? ¿Esa no es la agente de Zaira? ¿Qué quiere contigo?".

"Una colaboración musical".

"¿Una colaboración con Zaira? Vaya, no escatima, va directo al millón".

Clarisa asintió ligeramente y de inmediato bloqueó el número de Hilda en su teléfono. Celeste no podía parar de reír: "¡Como si la mediocridad de Zaira mereciera tal atención!".

Clarisa dejó las maletas en el apartamento de su amiga y tomó un taxi hacia Grupo Estrellas. El centenario Grupo Cisneros era como un antiguo portaaviones mostrando sus deficiencias, y renovarse le resultaba cada vez más difícil. Hacía ocho años, Serafín, con un golpe maestro, creó Grupo Estrellas a partir de Grupo Cisneros, insuflándole nueva vida.

Bajo su mando, Grupo Estrellas surcó las olas del mercado, su ritmo de expansión era asombroso y pronto dejó muy abajo a Grupo Cisneros.

El Grupo Cisneros estaba en manos de Dante Cisneros, el padre de Serafín, mientras que Serafín comandaba Grupo Estrellas, había superado al maestro. Aunque se le conocía como el heredero de Grupo Cisneros, era evidente que necesitaban de su liderazgo para navegar.

Un año atrás, la abuela Mariana, con la intención de fomentar la relación entre los jóvenes casados, había colocado a Clarisa en la oficina del presidente de Grupo Estrellas como una humilde empleada administrativa. La oficina del presidente estaba particularmente animada ese día; la secretaria Iris estaba embarazada y se retiraba, repartiendo dulces para celebrar.

Clarisa también tomó algunos dulces y la felicitó. Al regresar a su escritorio, comenzó a redactar su informe de renuncia.

Iris la vio y preguntó sorprendida: "Clarisa, ¿tú también estás embarazada?".

Todos dirigieron su mirada hacia ella; una belleza siempre atraía la atención. Desde que Clarisa se había unido a la empresa, su belleza y carisma habían atraído a muchos pretendientes. Serafín, sin querer, vio su escritorio lleno de rosas y estuvo de mal humor durante días.

Clarisa anunció que ya estaba casada para disuadir a los pretendientes, pero nadie sabía que su esposo era Serafín.

"No, me voy por otra razón".

"¿Y ustedes cuándo piensan tener hijos? Claro, todavía eres joven".

"Me encantaría tenerlos pronto, así me recupero rápido, pero qué no lo creo", Clarisa tecleaba su informe, respondiendo sin prestar mucha atención.

Iris, demasiado perspicaz, interpretó a su manera: "¿Es que tu marido no puede?".

"No es eso, él es muy capaz, lástima que sea en vano".

Iris quedó impactada: "¡Tu esposo es estéril! ¡Ay no, con mal aliento y encima estéril, cómo soportas eso! Clarisa, una chica tiene que saber cuándo retirarse a tiempo".