Castigado por su amor romance Capítulo 1018

Jane escudriño con la mirada a la mujer.

La mujer parecía un soldado.

Sin embargo, al mismo tiempo, tampoco lo parecía del todo.

Era solo por el color de su ropa.

Su ropa parecía más bien ropa de trabajo.

"Usted es...". Jane estaba segura de que no conocía a la mujer que tenía enfrente.

Además, esta mansión en la que ella y Alex se alojaban se consideraba un lugar de vacaciones para Alex. Normalmente pasaban la mayor parte del tiempo en Ciudad Kidon. La razón por la que se estaban quedando aquí esta vez era por que estaban esperando el regreso de Sebastian y Sabrina.

"La entrega", dijo la mujer.

Jane preguntó: "¿Hay mujeres que son repartidoras? Pero... ¡yo no he pedido nada!".

Normalmente se quedaba en casa y apenas salía. Toda la ropa, las joyas y demás las compraba normalmente en el centro comercial con Alex haciéndole compañía, y después siempre regresaban a casa. Nunca había pedido nada a domicilio.

La mujer levantó las cejas y sonrió, habló con un tono que tenía un tinte de intención extraña: "Disculpe. Hay muchas profesiones en este mundo que pueden ser desconocidas para un ama de casa como usted, que apenas sale de su casa".

Jane se quedó sin palabras.

'Esta mujer... ¿Por qué le habla con tanta agresividad y sarcasmo en su tono?'.

Jane era una mujer digna y amable. En este momento, su hombre, Alex, estaba discutiendo asuntos con Sebastian en el Grupo Ford, y ella estaba sola en casa. Por lo tanto, solo pudo preguntar pacientemente: "Señorita, ¿puedo saber qué es lo que quiere?".

"¡Ya lo he dicho! Estoy aquí para hacer una entrega". La mujer le lanzó una mirada a Jane.

Jane se sintió un poco irritada. "¡Lo siento! Yo no ordené nada. ¡Por favor, váyase inmediatamente!".

La mujer soltó una risa, pero entonces su tono también se suavizó. "Usted no espera ninguna entrega, pero el Señor Poole sí. Además, se trata de una entrega internacional, y yo también soy una repartidora internacional profesional. El artículo que entrego es un documento extremadamente importante y confidencial, así que le aconsejo que simplemente lo reciba".

Jane se quedó sin palabras.

Se sintió un poco nerviosa en su corazón.

Sin esperar a que Jane reaccionara a tiempo, la mujer se dio la vuelta y se fue.

Ni siquiera se despidió.

Jane se limitó a observar la espalda de la mujer mientras se alejaba. Aunque la mujer llevaba un enterizo verde oliva, su cintura era tan pequeña que daba la impresión de que un hombre con una mano grande probablemente podría sujetarla con una sola mano.

Especialmente con la postura que tenía la mujer al caminar.

Su pequeña cintura se balanceaba como una serpiente de agua.

Jade no pudo evitar decir detrás de la mujer: "Qué seductora".

'Este tipo de mujer... ¿Por qué es... una repartidora?'.

Jane no podía entenderlo.

Además, no pensó demasiado en ello.