Castigado por su amor romance Capítulo 1026

Marcus nunca había conocido a su tía.

En el año en que ella se escapó de casa, él aún no había nacido.

Aún así, cuando miro sus ojos, simplemente se le escapó sin pensarlo.

Sin embargo, cuando abrió la puerta y salió de su coche apresuradamente, aquel par de ojos no se encontraban por ningún lado.

'¿A dónde fue?'.

Marcus miró a su alrededor y en todas direcciones.

No obstante, no pudo ver la figura desaliñada de antes.

Una anciana con una canasta pasó por casualidad junto a Marcus, murmurando para sí misma. “No sé qué está pasando en esta intersección. Ayer, una niña estaba aquí llorando y gritando por su madre, ese grito fue tan desgarrador…”.

Marcus preguntó: "¿Qué dijo, Señora?".

La anciana continuó diciendo: "Hoy, alguien estaba aquí llamando a su tía".

Después de decir esto, la anciana no miró a Marcus; ella solo se alejó cojeando con su canasta.

Marcus se quedó solo y de repente las lágrimas se deslizaron por su rostro.

'¡Tía!'.

'¿Podría ser que ella sigue viva?,

'¿Podría ser que ella estaba merodeando por el lugar?'.

Al pensar en ello, Marcus se sintió aún más ansioso por ver a Sabrina.

Pensó en llamarla. Sin embargo, sabía que ella no había estado de buen humor estos últimos dos días, entonces sacó su teléfono y llamó a Sebastian.

Al otro lado, Sebastian se apresuró a responder la llamada.

Su tono sonaba tranquilo como siempre, como si nada estuviera pasando. "Hola".

Marcus preguntó con un tono apenado. “Sebastian, ¿Sabrina está bien?”.

"¡No está bien!", dijo Sebastian.

Marco se quedó sin palabras.

Tras una pausa, continuó: “Sebastian, dada tu promesa a mi Abuelo, sé que estás en una posición difícil. ¿Qué tal esto? Deja que Sabrina se esconda en el extranjero por unos meses. Si mi Abuelo no puede encontrarla, entonces aceptará su destino. Tal vez cuando Sabrina regrese, Selene ya haya muerto”.

Sebastian asintió. "En este momento, es la única opción, pero...".

Sebastian se detuvo a la mitad de su oración.

No le dijo a Marcus que la razón por la que Sabrina no estaba muy dispuesta a irse era por su madre.

Ella estaba segura de que su madre estaba en algún lugar cerca.

Ella debía estar cerca.

Si Sabrina dejaba la casa durante seis meses, ¿qué pasaría con su madre?

Aunque su madre aún no había aparecido frente a ella, Sabrina sabía que todavía estaba viva. Además, su madre podía mirarlas a ella y a Aino todos los días, y tal vez esa era la esperanza que la mantenía con vida.

Sin embargo, si Sabrina se llegara a llevar a Aino y se escondiera afuera por un tiempo, no podía imaginar cuál sería la consecuencia.

Sabrina no dejaba de pensar en su posible reencuentro con su madre en esta vida.