Castigado por su amor romance Capítulo 1029

Selene preguntó: "¿Estás seguro, Abuelo?".

"¡Por supuesto!", dijo el Viejo Amo Shaw con seguridad.

Selene sonrió feliz. "Gracias, Abuelo".

El Viejo Amo Shaw dijo algunas palabras para consolar a Selene, luego salió del hospital. Se dirigió a la residencia Shaw.

En ese momento, Marcus estaba sentado en la sala de estar esperando a su Abuelo.

Al ver entrar al Viejo Amo Shaw, Marcus lo miró con una expresión muy fría.

El anciano pudo percatarse de la expresión de Marcus.

Hablo con un tono profundo: “¿No me llamaste y me pediste que viniera para discutir la condición de tu prima? ¿No fuiste a casa de Sebastian hoy y me dijiste por teléfono que Sabrina había accedido a donarle un riñón a Selene?”.

Marcus respondió con tono sarcástico: "Abuelo, ¿no te pesa la conciencia?".

El anciano se burló nuevamente: "¡Yo he sido transparente y honesto toda mi vida, y nunca he hecho nada que lastime mi conciencia!".

"Entonces, ¿por qué tratas a Sabrina de esta manera?". Marcus lo miró con los ojos muy abiertos.

“¡Porque ella se robó al esposo de tu prima! ¡Porque ella te ha hechizado y te ha hecho incapaz de dejar de pensar en ella! ¡Porque estoy disgustado con ella!”. El anciano habló sin rodeos.

Marcus respondió: "Si estás tan disgustado con ella, ¡entonces no deberías querer su riñón!".

"¡Eso no es posible!", dijo el anciano. "¡Usar sus riñones para salvar la vida de Selene es un castigo para ella!".

"¡Abuelo!". Marcus apretó los dientes. "¡Estás confiando en la promesa que Sebastian te hizo de persuadir a Sabrina!".

"¡Sí!". El Viejo Amo Shaw admitió con franqueza.

Miró a Marcus sin ninguna señal de culpa. “Si no fuera por los grandes favores que le he hecho a Sebastian en el pasado, no me atrevería a ser tan imprudente frente a él. Probablemente si hubiera llegado a necesitar que me devolviera el favor, podría elegir no pagarme en esta vida, pero las cosas son diferentes ahora”.

Tan pronto como el Viejo Amo Shaw dijo eso, cuatro hombres grandes y fuertes inmovilizaron a Marcus.

Marcus gritó a todo pulmón: “¡Abuelo, sin mi permiso, no te atrevas a forzar a Sabrina a nada! ¡Sabrina y Sebastian nunca estarían de acuerdo! ¡Puedes olvidarte de esa idea!”.

El Viejo Amo Shaw se burló.

Marcus continuó gritando: "Abuelo...".

El Viejo Amo Shaw hizo caso omiso a las palabras de Marcus, y dejó que los cuatro hombres grandes y fuertes se lo llevaran a la fuerza.

Él, por su parte, se sentó solo en la gran sala de estar de la residencia Shaw y murmuró para sí mismo. "¡Niño! ¿Realmente crees que contaría contigo para convencer a Sabrina?”.

“¿Crees que contaría con una mujer como Sabrina para donar voluntariamente su riñón a Selene? Si quiero un riñón, ¡definitivamente iré por él!”.

Al final, el Viejo Amo Shaw dijo con calma: “¡Sabrina, es hora de que pagues tu deuda!”.