Castigado por su amor romance Capítulo 1075

"¡Lincoln Lynn! ¡Eres un monstruo que merece morir! ¡Mi hija ya estaba embarazada de Sebastian Ford para cuando llegó ese momento, pero le ordenaste a tu hija ilegítima que se hiciera pasar por mi hija para comprometerse con él! ¿Acaso tienes corazón, Lincoln? ¡Podrías morir un millón de veces y ni siquiera eso sería suficiente! ¡No solo te negaste a decirle a mi hija que el padre de su bebe seguía vivo y a su lado, sino que hiciste todo lo posible para matarla una y otra vez! ¡Un padre como tú debería ser despedazado por un animal salvaje al morir!".

Lincoln se sentía extremadamente ansioso y frustrado por estar siendo maldecido de tal manera. Quería huir desesperadamente, pero cada vez se reunían más personas a su alrededor, lo que le dejaba sin ninguna posibilidad de escapar. Solo podía quedarse y soportar el ataque de la mujer vagabunda.

Sabrina quería consolar a su madre al ver cómo le gritaba a Lincoln con voz entrecortada. Habían pasado nueve años desde la última vez que había visto a su madre. Su madre estaba destrozada, así que Sabrina tuvo que llevarla a tomar una ducha para que pudiera calmarse.

"Mamá, no digas más. Vamos a casa, mamá. Necesitas descansar, y tu voz necesita…", suplicó Sabrina, con el corazón adolorido por su madre.

"¡Tengo que decir esto!". Su madre se quedó plantada en su lugar. Miró a todas las personas de la multitud y luego miró al Viejo Amo Shaw, que estaba llorando. "¿Sabes por qué se ha dañado tanto mi voz?".

Sabrina se quedó en silencio.

"¡Tome veneno!” gritó la madre de Sabrina “¡Si no lo hacía, no habría podido escapar de la Familia Lynn!".

"Mamá...". Sabrina no dejaba de llorar. "Mamá, tú... Así que realmente estuviste en Ciudad del Sur todo este tiempo, aquí cerca, en la residencia Lynn, y sin embargo, yo no tenía ni idea. Mamá... ¿Qué clase de hija soy?... Había estado en la residencia Lynn un par de veces por aquel entonces, ¿cómo no iba a saber que estabas sufriendo bajo mis pies?".

Al ver lo alterada que estaba Sabrina, la mujer vagabunda sonrió y levantó su mano sucia para secar las lágrimas de su hija. "Está bien, mi niña. Mamá ha sufrido desde el día en que nació. Nunca he podido disfrutar del cariño de mi padre. He sido discriminada toda mi vida, así que puedo aceptar cualquier cosa que se me presente. Sabía que querían amenazarte, así que no podía quedarme en la residencia Lynn. Para poder escapar, yo...".

Fue interrumpida por una voz muy suave. "¿Madre…? ¿Eres tú?".