Castigado por su amor romance Capítulo 1104

Gloria vagaba por las calles sin rumbo, perdida y sin un lugar a donde ir.

Constantes olas de dolor llegaban desde su vientre. Estaba desesperada y no sabía si iba a sobrevivir, ni si su bebé llegaría sano y salvo a esta Tierra.

En ese momento, Gloria entendió de repente por qué su madre se tomó tantas molestias antes de fallecer. Una vez que su madre falleció, se quedó sola en este mundo, y estaba siendo demasiado difícil para ella. También entendió por qué su madre quiso tenerla. Sin culpar a su madre por sus decisiones, Gloria fue a su tumba y lloró durante toda una tarde.

Cuando se acercó la noche, sintió un repentino y terrible dolor en el vientre. El dolor era tan fuerte que apenas pudo salir del cementerio a pie.

Se arrastró por el suelo con sus cuatro extremidades, mientras gritaba débilmente: "Ayuda, ayuda...".

El hombre que se acercó para ayudarla estaba cojeando. El hombre hizo un gran esfuerzo antes de ayudarla a subir a un triciclo y llevarla hasta el hospital. Sin embargo, una vez en el hospital, el hombre no tenía dinero para pagar las facturas médicas de Gloria.

Le preguntaba a Gloria una y otra vez: "¿Dónde está tu familia? ¿Dónde está tu familia?".

Gloria dijo con dolor: "No tengo familia...".

El cojo se quedó sin palabras. "...".

Al ver que tanto Gloria como su bebé por nacer estaban a punto de morir, el cojo no tuvo más remedio que regresar al cementerio y le dijo a su jefe que necesitaba dinero para una emergencia, preguntándole si podía recibir un adelanto de su sueldo.

Su jefe en el cementerio le dijo: "¡A menos que renuncies! ¡No solo te pagaré inmediatamente tu salario del mes pasado, sino que también te pagaré los diez días que has trabajado este mes!".

Con determinación, el cojo decidió renunciar a su trabajo.

Su sueldo de un mes y medio solo era de 2.000 dólares, pero aún así, era suficiente para cubrir las facturas médicas de Gloria.

Una vez que pagó las facturas del hospital, se quedó completamente arruinado. Solo en la ciudad, sin ni siquiera un techo ni un lugar donde dormir, solo podía esperar en el pasillo del departamento de ginecología del hospital a que Gloria diera a luz.

Un día después, Gloria dio a luz a una niña. Tanto la madre como la hija estaban sanas y salvas.

Con eso, el cojo se fue de la sala.

"¿Cojo Scott? ¡Señor Scott!". Gloria volvió a llamarlo: "¿Puede…? ¿Puede dejarme su dirección? Una vez que mi hija crezca, definitivamente le devolveré su dinero. Llevaré a mi hija a visitarlo y le diré que es su padrino".

Al escuchar las palabras de Gloria, el Cojo Scott asintió agitadamente. "Ah, muy bien. Sí, eso sería fantástico".

Le dio su dirección y luego dejó la ciudad.

No pensó en ningún momento que Gloria no tenía dónde ir después de que él se fuera.

Llevaba a su hija, vagando por las calles sola, sin ningún rumbo a la vista.

De alguna manera mientras caminaba, llegó a la casita donde vivía con su madre. La casa donde falleció Goldie.