Castigado por su amor romance Capítulo 1113

“Hiciste todo lo posible para sacarla de prisión por medio de la libertad condicional por un día y la usaste. Luego, cuando descubriste que el hombre que fue rescatado por ella era uno de los hombres más poderosos de Ciudad del Sur, una vez más hiciste todo lo posible para deshacerte de tu hija”.

“Hasta ahora, empleaste toda clase de trucos, una y otra vez, e incluso mencionaste el viejo incidente en la prisión hace tantos años para obligar a tu hija a entregar su vida y luego sacar sus riñones”.

“Hiciste todas estas cosas por la hija falsa que tu esposa dio a luz mientras te engañaba. ¿Te sentiste bien al hacer todo eso?”. Sabrina permaneció tranquila, con una sonrisa adornando sus labios.

Una vena palpitaba en la frente de Lincoln ante sus palabras. ¡Cada incidente, cada acción que tomó, solo estaba dañando a su propia hija para beneficiar a la mujer que lo había estado engañando!

Lincoln se volvió loco. “¡Ay! ¡Ah, ah!". Sus ojos estaban rojos por la furia, parecían acechar a Jade en todo momento.

Jade aseveró: “No, Lincoln, no… Eso no es cierto, Lincoln… Aunque Selene no es tu hija biológica, siempre te ha reconocido como su padre. Sabrina nunca te consideró su padre”.

Como una bestia salvaje, Lincoln se acercó cada vez más a Jade.

Jade retrocedió tratando de formular una explicación forzada. “Aunque Sabrina nació de ti, nunca la criaste. La hija que realmente estuvo a tu lado fue Selene…”.

¡Paf!

¡Plaf, Plaf!

Lincoln la abofeteó, luego la pateó y la golpeó. Cada patada fue hecha con una precisión letal, contundente y dura.

“Ay… argh…”. Jade se acurrucó en el suelo gracias al dolor.

"¡Para! Detente, hija mía. ¿Quieres morir?". Jade colocó su palma sobre la boca de su hija.

"¡Ja, ja! ¡Jajaja!". A su lado, Sabrina se reía como si se hubiera vuelto loca. Levantó las cejas y miró a Lincoln. “Lincoln, ¿escuchaste eso? ¿Lo escuchaste?".

Al principio, solo quería engañar a Jade. No tenía idea de si Selene era en realidad la hija de Lincoln. Nunca esperó que Selene realmente no fuera su hija. Sabrina se estaba riendo tan fuerte que las lágrimas tuvieron que brotar de sus ojos.

¿A quién debería culpar? ¿A quién debería odiar?

Levantó una ceja, sonrió y miró a Lincoln. “Mi querido padre, eres un gran hombre. Puedes destruir cruelmente a tu propia hija para ayudar a la amada hija de tu esposa. ¡Definitivamente eres el hombre más desinteresado del planeta! Papá, ¿apoyas el reciclaje?”.