Castigado por su amor romance Capítulo 1114

El corazón de Lincoln parecía haber sido desgarrado.

"Papá...". Selene se precipitó hacia él y se aferró a su pierna. Él la apartó de manera despiadada con una patada.

Él siempre había dicho frente a todos que Selene era su hija adoptiva, y siempre lo creyó así, no fue hasta el día siguiente de que se descubrieran los síntomas de Selene que Jade le confesó la verdad.

"Lincoln, tengo que decirte algo. En realidad... Selene no es nuestra hija adoptiva. Ella es hija de tu carne y sangre. Si no me crees, puedes hacerle una prueba de ADN". Lincoln se quedó asombrado cuando Jade le dio semejante noticia.

Selene llegó a la familia Lynn cuando tenía dos años, debido a complicaciones en el parto su primer bebé nació muerto, desde ese momento quedó estéril y pasaba los días llorando y muy triste.

Lincoln quiso luchar por los derechos de custodia de su hija para que él y Jade pudieran criarla juntos.

Pero, Jade se molestaba cada vez que lo veía a él y a la hija de su ex esposa, además, ¿por qué preocuparse si ella vivía con su ex esposa?

Con esto en mente, Lincoln estuvo de acuerdo.

Cuando les entregaron a Selene, ella solo tenía dos años, cuando la conoció, la niña de dos años se dirigió a él como 'Papi'.

Lincoln se llenó de alegría y, desde aquel día, la trató como si fuera su tesoro más preciado.

Al criarla desde que era una bebé, la actitud de Selene fue diferente. A pesar de ser una hija adoptiva, la amaban como si fuera su propia hija. Entonces cuando Sabrina, de doce años, se unió a su familia, miraba a Lincoln con ojos temerosos, conservadores, y, sin embargo, también obstinados.

La niña de doce años nunca le dedicó una sonrisa, cada vez que lo veía hacía un esfuerzo por evitarlo, si no le daban de comer, prefería morirse de hambre, nunca trató de complacerlo o rogarle por nada.

A veces, cuando Lincoln se llenaba de angustia y la golpeaba, ella tampoco lloraba, no soltaba un solo sollozo, solo lo miraba, y él se mostraba aún más furioso.

Selene llamó a Sabrina: "Oye, aquí están preguntando quién eres".

Ella no dijo una sola palabra, simplemente miró fijamente a Selene.

Tuvo que haber respondido, ya que estaban hablando con ella. Sin embargo, prefirió no hacerlo, en cambio solo miró a Selene y a sus compañeros de clase. Ese día, muchos de los compañeros de clase de Selene quedaron aterrorizados por la intensa mirada de Sabrina.

Una vez que terminó la fiesta, Selene lloró con gran desesperación.

Esa vez, Lincoln estaba tan molesto con Sabrina, él la pateó mientras ella se apoyaba contra la puerta, el golpe fue tal que ella se cayó abruptamente en el suelo, y se acurrucó con un dolor tan intenso que no pudo mantenerse de pie por un tiempo.

Después de patearla, Lincoln sintió un dolor en su pecho, después de todo, ella era su hija.