Castigado por su amor romance Capítulo 117

El anciano agarró a Sabrina y la atrajó hacia él, con una sonrisa salvaje en su rostro. “Jovencita, eres realmente olvidadiza. Los dos años que estuviste en la universidad, me pediste mucho dinero y cosas. En ese momento, incluso me llamaste tu hombre. ¿Olvidaste cómo solías llamarme? ¿Me estás llamando anciano ahora? ¿De verdad soy tan viejo?”.

Sabrina gritó: “¡¿Quién eres?! ¡Déjame ir! ¡Si no me dejas ir, llamaré a la policía!”.

El hombre frente a ella era muy viejo, al menos veinte años mayor que Lincoln, y estaba diciendo tonterías a plena luz del día. Sabrina tenía muchas ganas de abofetearlo.

Sin embargo, él la estaba agarrando de los brazos con tanta fuerza que ni siquiera podía luchar. Sabrina no pudo escapar en absoluto.

“¿Vas a llamar a la policía? Nunca llamaste a la policía cuando querías mi dinero. No llamaste a la policía cuando necesitabas cosas de mí. ¿Ahora quieres llamar a la policía? Sabrina, ¿me estás tratando, Kenton Horst, como alguien a quien puedes dejar de lado? Llegué cuando me necesitabas, ¿y ahora llamarás a la policía cuando no me necesitas?”. El hombre que se hacía llamar Kenton Horst se burló de Sabrina con frialdad, parecía un bandido.

Sabrina de repente se dio cuenta de algo. Preguntó: “¿Fuiste contratado por la familia Lynn?”.

“¿No es mi relación con la familia Lynn todo gracias a ti? ¡Le di tanto a la familia Lynn por ti! Jovencita, ¿sedujiste a un nuevo amo?”. Kenton estaba hablando como si estuviera muy familiarizado con Sabrina, como si tuviera un pasado con ella y como si ella hubiese sido su amante.

¡Esta era otra trampa que la familia Lynn le tendió a Sabrina! ¡Definitivamente lo era!

Una rabia profunda brotó del corazón de Sabrina.

Inmediatamente pateó al anciano, y él soltó un grito de dolor. Sabrina aprovechó la oportunidad para intentar sacar un cuchillo de su bolso, que guardaba para evitar que la familia Lynn la acosara.

Sin embargo, antes de que sus manos pudieran llegar a su bolsa, Kenton la agarró de nuevo, causándole mucho dolor en el cuerpo.

"Esta bien, joven amo". Kingston entró al coche y se marchó.

Kingston sabía que el asunto del cementerio no podía retrasarse, porque a la anciana no le quedaba mucho tiempo. Nadie sabía cuándo volvería a despertar.

Sebastian ya había elegido una tumba para Grace y era la tumba más costosa de toda la ciudad. Sin embargo, ahora que la familia Ford había permitido que Grace fuera enterrada en el cementerio familiar y reconocieron a Grace como una de ellos, Sebastian necesitaba elegir un nuevo terreno para su madre. Era un asunto urgente.

Cuando el coche de Kingston pasó junto a Sabrina, Sebastian ni siquiera miró a Sabrina, ni ella lo miró a él.

Ni siquiera luchó ni gritó. Se dejó arrastrar por Kenton, que poco después la metió en su coche.