Castigado por su amor romance Capítulo 118

“¡Conduce!”. Kenton ordenó, y el conductor inmediatamente puso en marcha el motor.

“¡Ese anciano, Horst, se llevó a la campesina!”. Nigel, que estaba esperando el semáforo, vio todo lo que sucedió. En el momento en que las luces se pusieron en verde, Nigel aceleró inmediatamente detrás del coche de Kenton.

Zayn le recordó a Nigel. “Ese anciano es un viejo pervertido, Nigel. Tienes que seguirlos de cerca”.

El rostro de Nigel tenía una expresión de disgusto. “Realmente estoy viendo a la campesina de una manera diferente ahora, ¡realmente no es una chica sencilla! Ella ya logró firmar un acuerdo de matrimonio con mi primo, la figura número uno en la Ciudad del Sur, y luego incluso sedujo al joven amo de la familia Shaw, que es la persona más educada de la Ciudad del Sur. Hoy, demostró que incluso tiene un pasado con Kenton Horst. ¿Sabes quién es Kenton Horst? ¡El némesis de mi primo!”.

“Antes de que mi primo le devolviera la jugada, Kenton intentó matar a mi hermano. Mi hermano arruinó casi dos tercios de los activos de Kenton, por lo que casi no tiene patrimonios en este momento. ¡Aun así, se atrevió a venir al hospital y se llevó a Sabrina! ¡Ella realmente no es tan inocente como parece!”.

Después de escuchar eso, Zayn miró a Nigel con disgusto. “¿Entonces todavía estás tratando de provocarla?”.

Nigel golpeó el volante. “¡Quiero matarla!”.

Zayn se quedó sin palabras.

Los dos hablaron de Sabrina mientras seguían el coche de Kenton. Vieron que Kenton llegó a la entrada de una discoteca. Nigel levantó las cejas y dijo: “Nueve Nubes... Kenton está en su antiguo refugio. Vayamos y confrontemos a ese viejo”.

Los dos buscaron alrededor de todas las habitaciones privadas del lugar durante más de diez minutos. Nigel comenzó a sudar por el pánico.

Fueron piso por piso, y cuando llegaron al último piso del edificio, Nigel y Zayn vieron una habitación secreta y poco llamativa. Los dos podían escuchar el sonido de un grito proveniente del interior.

A medida que se acercaban, intentaron escuchar mejor. Los gritos parecían ser la voz de un hombre y la voz sonaba vieja. ¿Es posible que ese viejo ya hubiera comenzado a hacer su cometido? Enfurecido, Nigel derribó la puerta de una patada. Usó tanta fuerza que la puerta se abrió de golpe con un solo movimiento.

La escena frente a él sorprendió por un momento a Nigel.