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Sabrina se congeló por un momento. Por instinto, pensó que Marcus querría llevarla a ver al Viejo Amo Shaw. Por ende, lo rechazó cortésmente. "Disculpa, Director Shaw, pero si quiere llevarme con su Abuelo, entonces yo...".
Para su sorpresa, Marcus lo negó rotundamente. "¡Nunca lo haría! La forma en que mi Abuelo te lastimó me ha hecho sentir resentimiento hacia él de la misma manera, así que nunca te obligaría a ir a verlo".
Sabrina sonrió en respuesta. "Eso es bueno. Gracias, Primo Marcus".
"¿Estás abierta a la posibilidad de verme como tu primo?".
"¿No me has considerado tu prima desde el principio?".
"¡Por supuesto!", sonrió Marcus.
"¿A dónde me llevas entonces?", preguntó ella.
"¡Ven, te llevaré ahora!".
Sabrina permaneció en su lugar. "¿Es... por algo importante? Tengo mucho trabajo acumulado y sabes que si no completo mis tareas, afectaría a los demás en el departamento también".
Marcus sonrió. "Cierto, casi lo olvido. Mi prima Sabrina siempre ha sido cuidadosa con su trabajo. Es una suerte para nuestra empresa tener una empleada como tú. Bueno, entonces vayamos durante tu hora del almuerzo".
Ella asintió. "Mm, está bien".
Luego, ella siguió adelante y entró en el ascensor. No estaba muy interesada en lo que Marcus tenía que decirle. Lo más importante para ella en ese momento era su trabajo, que se había retrasado debido a los conflictos previos con el Viejo Amo Shaw y el tiempo que habían estado buscando a Jane.
Ya mañana comenzaría el fin de semana por lo que debía terminar todo el día de hoy. Con solo entrar a su oficina, Sabrina comenzó a trabajar. Afortunadamente, su asistente, Ruth, casi no requería apoyo. Ella era cada vez más eficiente y aprendía con facilidad. Durante el transcurso de la mañana, le entregó a Sabrina casi todo lo que necesitaba. Además de eso, Ruth incluso trazó algunos diseños que Sabrina había pensado que debía hacer, pero en los que no había tenido tiempo para trabajar.
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