Castigado por su amor romance Capítulo 119

En la lujosa habitación privada, la escena frente a Zayn y Nigel era completamente opuesta a lo que habían supuesto.

Frente a ellos, Kenton estaba acurrucado en el suelo, gritando por el dolor y la agonía y un pequeño charco de sangre estaba a su alrededor. En la mano de Sabrina había una botella de vino rota y estaba golpeando el cuerpo de Kenton con ella una y otra vez. Cada golpe era más despiadado que el anterior.

La expresión de Sabrina era extremadamente tranquila. Nigel y Zayn estaban sorprendidos.

Al ver entrar a dos personas y reconocerlos a los dos como chicos de élite, Kenton inmediatamente se arrastró hacia Nigel como si hubiera encontrado a sus salvadores. “Joven Amo Nigel, sálveme. ¡Llame rápidamente a mi gente para que se encarguen de esta loca y que la maten aquí mismo! ¡Se lo ruego!”.

Nigel se quedó sin palabras. Sabrina miró a Nigel con calma mientras sostenía la botella rota. “Joven Amo Nigel, quería decirle algo esta mañana, pero estaba ocupado con la herramienta de medición en el sitio de construcción, así que no lo molesté. Solo quería decirle que mi salario me lo darán mañana, le devolveré inmediatamente los tres mil dólares una vez que reciba mi salario".

Nigel se quedó sin palabras.

Sabrina sonrió con tristeza. “Ve a llamar a la policía, Nigel. ¿O tal vez prefieras dejar que la gente de este anciano me mate? Lo que sea, haz lo que quieras. No voy a resistirme”.

Después de decir eso, Sabrina tiró la botella de vino rota a un lado y esperó en silencio su decisión. Ella no pidió piedad, ni siquiera parecía asustada. Ella simplemente aceptó la situación con una mirada estoica.

Las lágrimas de Sabrina comenzaron a caer. “Nigel…”.

“No llores, no llores. Campesina, tus lágrimas están mezcladas con la suciedad y la mugre de tu cuerpo. ¡Me vas a ensuciar el traje, cuesta millones! Incluso si te vendemos diez veces, todavía no sería suficiente para recompensarlo”, bromeó Nigel suavemente.

De hecho, estaba diciendo la verdad. Siempre había menospreciado a Sabrina, desde la primera vez que la conoció. Cada vez que la ayudaba, era como si estuviera ayudando a un juguete.

Sin embargo, esta vez, Sabrina estaba llena de gratitud hacia Nigel.