Castigado por su amor romance Capítulo 1220

Cuando vio la expresión incomparablemente fuerte y despiadada en el rostro de su propio superior, Garrett estuvo aún más seguro de que su superior iba a castigar severamente a Jane.

No pudo evitar sentirse desconsolado por la señora sin estatus.

Garrett se preguntaba cómo el corazón de un hombre podía ser tan cruel.

Al mismo tiempo, también admiraba la devoción y el amor inquebrantable de su superior por su prometida, Lily.

Garrett se lamentó en su corazón. ‘Si un hombre puede entregarle su corazón a una sola mujer, sin importar con qué otras mujeres haya estado, entonces ese hombre también es considerado una persona fiel y devota. Un hombre así es ciertamente un buen hombre. Es solo que él realmente ha arruinado a la señora sin estatus legítimo, Jane’.

Pensando en esa lamentable mujer, Garrett volvió a preguntar: “Amo Alex, tal vez todavía están en el condado en el que estábamos buscando originalmente. Según la situación descrita por el médico, ella no debería haber ido muy lejos. ¿Quizás no hemos buscado en algunos lugares?”.

Al ver a Garrett hablar con tanta sinceridad, Alex dijo con un agotamiento incomparable: “Vamos”.

Garrett preguntó: “Ir… ¿adónde?”.

“¡Regresaremos por el mismo camino! Ve a buscar a ese condado de nuevo. Que no se te pase ningún lugar, ni siquiera un solo baño”, dijo Alex.

Garrett dijo: “¡Sí, Amo Alex!”.

Después de hacer una pausa, él le propuso cautelosamente a Alex: “Amo Alex, nuestros hombres están un poco cansados por la búsqueda. ¿Por qué no hacemos sonar la bocina durante unos minutos para animarlos?”.

Él solo quería darle una pequeña pista a las tres lamentables personas que se escondían en las montañas.

Él quería decirles que Alex se había ido.

Alex dijo débilmente: “Con solo tocar la bocina durante unos minutos bastará. No molestes a la gente que se queda en las montañas ni les impidas descansar”.

Garrett dijo: “¡Sí, Amo Alex!”.

Después de decir eso, dio las órdenes y todo el equipo de coches dio la vuelta de manera uniforme y se fue mientras tocaba la bocina al mismo tiempo.

“Vamos. Bajaremos la montaña, pediremos un aventón y luego iremos al condado a comprar algo de comida”. Noah también lloró de alegría.

Sin la estricta búsqueda de Alex, el tráfico era mucho más fluido en la carretera.

Las tres personas, Jane, Noah y su madre, habían conseguido un aventón de un camión después de media hora y fueron directamente al siguiente condado.

Lo más importante era comer.

En el pasado, Jane masticaba y mordía lentamente, pero esta vez, al igual que los trabajadores en el sitio de construcción, ni siquiera se lavó las manos antes de simplemente tomar un trozo de carne y lo devorarlo.

Ella comió muy bien.

Noah y su madre miraron a Jane.

Ellos también tenían mucha hambre, pero no se les notaba tanto como a Jane.