Castigado por su amor romance Capítulo 1226

Kelvin dijo: “Estoy en la frontera, así que probablemente recibiré noticias un poco antes en comparación con todos ustedes. Recientemente, un maníaco extremadamente loco ha aparecido en algunos países de Osone del Este”.

Sebastian se quedó atónito por un momento. “¿Qué quieres decir?”.

“Los pocos países en los que este maníaco ha aparecido son nuestros lugares de reunión en el extranjero. Un tercio de nuestra fortuna y propiedades están en esas zonas. De alguna manera, este j*dido tipo imprudente apareció en esas áreas recientemente”. El tono de Kelvin revelaba su preocupación.

Sebastian no dijo nada.

Él estaba esperando que Kelvin continuara. Kelvin suspiró. “Este maníaco no es tan joven. Escuché de personas que lo han visto que tiene más de treinta años. Es muy hábil, pero tampoco quema, mata o le hace daño a los pobres de allí. ¡Solo roba!”.

“Roba descaradamente. Si has visto su forma de robar, pensarás que no se toma la vida en serio”.

“También hay otra noticia crucial. Solo le roba a los ricos en los territorios comerciales de Sebastian”.

“Ese temperamento, capacidad y esa crueldad no son menos de lo que tiene Sebastian”.

“Sebastian al menos lo consideraría claramente antes de quitarle la vida a alguien. Sebastian no tomaría en absoluto la vida de personas que no merecen morir. Sin embargo, ¡ese tipo no es igual! Él no juega según las reglas. Con esa actitud suya, creo que está cavando intencionadamente su propia tumba”.

“Recientemente, había robado muchas cosas. Era tan rápido que había escapado antes de que nuestros amigos de Osone del Este pudieran reaccionar a tiempo. Supongo que ya había acumulado cientos de millones de activos. Sin embargo, este tipo desapareció de repente”.

En ese momento, Alex intervino: “¿Desapareció? ¿Estás pensando que él no desapareció, y tienes miedo de que él…?”.

Kelvin concentró su mirada en Sebastian. “Me temo que viene tras Sebastian. Me temo que este tipo está ahora en Ciudad del Sur. ¡Es un delincuente!”.

Alex no dijo nada.

Hubo una pausa antes de que él dijera, “Sebastian, ¿podría ser él?”.

Sebastian no respondió.

Él había pensado en la llamada telefónica que Sabrina había recibido hacía más de una semana. Esa persona le había preguntado a Sabrina por teléfono si había estado bien recientemente. Aunque esa voz no era como la de Holden, Sebastian podía percibir claramente una especie de sentimiento de amor-odio por el tono de esa persona.