Castigado por su amor romance Capítulo 1225

“Aunque crecí en Ciudad del Sur antes de ser adolescente y era hijo de Sean Ford, nadie me había tratado de manera justa”.

“Después de mi adolescencia, nadie se preocupó por mí cuando estaba en el exilio. En este mundo, además de mi madre, Sabrina fue la única mujer que se entregó para salvarme la vida, aunque no lo hizo voluntariamente en ese momento”.

“Después de eso, los cuidados que le dio a mi madre y ese afecto sincero que ella tenía no era algo que cualquiera pudiera lograr”.

“Más tarde, cuando me hice cargo del Grupo Ford, todo cambió de la noche a la mañana. ¿Cuántas mujeres en toda Ciudad del Sur querían meterse en la cama conmigo?”.

“Selene fue el ejemplo más clásico. Para casarse conmigo, hizo todo lo posible por tenderle una trampa a Sabrina una y otra vez”.

“Hasta hoy, con mi madre como excepción, la única mujer en este mundo que me trató bien con sinceridad fue Sabrina. No importa que haya pasado seis años buscándola, pues incluso si hubiera tenido que pasar toda una vida haciéndolo, ¿no es algo que tenía que hacer?”.

Sebastian era un hombre que apenas hablaba sin parar.

Siempre había sido un hombre de pocas palabras, y en cambio se expresaba más con acciones. Sin embargo, le estaba contando a Alex con seriedad sobre estos eventos pasados.

Alex estaba abrumado por las emociones. “Sí, Sabrina es la mujer que mejor te ha tratado”.

Después de una pausa, él sonrió miserablemente y dijo: “Jane también es la mujer que mejor me trató en este mundo. No fue sino hasta hace poco que comprendí un hecho, la supuesta mujer que alguna vez amé… en realidad nunca me había amado. Ella se ama a sí misma. Ha estado desperdiciando mi amor por ella”.

Sebastian se burló. “Finalmente lo has entendido”.

Alex levantó la mirada. “¿Hace mucho tiempo que lo sabes?”.

Sebastian dijo: “¡Nunca me ha agradado esa tal Lily!”.

“¿Tanto te desagrada?”.

“¡Sí, es extremadamente desagradable! Si ella se comporta de forma insufriblemente arrogante delante de mí por tercera vez, ¡haré que vea su propia sangre salir de ella!”.

Cuando Sebastian dijo eso, estaba muy tranquilo.

Él no tenía intención de intimidar a Lily, sin mencionar el hecho de que Lily no estaba allí.

Sebastian preguntó: “¿Tienes ganas de ir?”.

“Kelvin y Martin han venido a propósito para consolarme. Tengo que levantar mi ánimo. Buscar a mi mujer va a ser una batalla prolongada, así que no puedo desanimarme”, dijo Alex.

“¡Así es!”. Sebastian sonrió de repente.

Esa tarde, Sebastian no fue a buscar a Sabrina y a Aino.

Tanto Sebastian como Alex fueron directamente a la casa club.

Cuando llegaron, Kelvin y Martin ya los habían estado esperando a los dos en la casa club.

Cuando vieron a Alex, los dos no consolaron a Alex primero, sino que Kelvin le dijo a Sebastian algo que lo tenía preocupado: “Sebastian, tengo algo que decirte”.

Sebastian estaba atónito. “¿Qué pasa?”.