Você está lendo Capítulo 1232 do romance Castigado por su amor. Visite o site booktrk.com para ler a série completa de Castigado por su amor, do autor Internet, agora. Você pode ler Capítulo 1232 online gratuitamente ou baixar um PDF grátis para o seu dispositivo.
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Los cuatro hombres miraron hacia la puerta al mismo tiempo, y vieron a una mujer gentil y elegante entrando, sosteniendo a una niña de la mano.
“Sebastian”. Sabrina sonrió. "Pensé que llegaría aquí más temprano después de recoger a Aino, pero me ocupé con algunas cosas en el jardín de infantes, así que llegué tarde".
Sabrina había acordado con Sebastian que él vendría primero a la casa club, y ella llegaría más tarde después del trabajo y de recoger a Aino. Ella fue directamente al jardín de infantes después del trabajo, pero llegó un poco tarde justo en el momento en que todos recogían a sus hijos. Sabrina quedó atrapada entre un grupo de padres.
“Señora Ford, hace mucho tiempo que no te veo. ¿En qué has estado tan ocupada?”. La madre de Susan, la Señora Sear, preguntó intrépidamente. Ella siempre se sintió muy cercana a Sabrina. Sin embargo, desde que su identidad como la Señora Ford se hizo pública, ella hizo todo lo posible para mantenerse alejada de este tipo de lugares que le causarían problemas. Sin embargo, se encontró a la Señora Sear hoy.
Susan y Aino tenían una buena relación, así que, por el bien de Susan, Sabrina saludó cortésmente a la Señora Sear. “Cuánto tiempo sin vernos, Señora Sear”.
“Así es, Señora Ford. Me han preguntado porqué últimamente no he salido contigo. Les dije que has estado ocupada. Cuando estés libre, definitivamente vendrás al jardín de infantes a recoger a tu hija, ¿no es así? Verás, Señora Ford, desde ese incidente en el salón de banquetes, dejaste el grupo de chat”.
La Señora Sear miró a otras mujeres que esperaban ansiosas establecer una conexión con Sabrina. “Todas ellas querían que te unieras al grupo porque tienes el mejor gusto en moda entre nosotras. También tienes la mejor figura, así que eres su inspiración de moda”.
Sabrina se quedó sin palabras. Por su tono de voz sabía que estaban tratando de halagarla. A ella nunca le había gustado que otros la halagaran.
La rechazó cortésmente. “Lo siento, creo que es suficiente con el chat de grupo oficial del jardín de infantes. Por lo general, estoy muy ocupada, así que no tengo la libertad de unirme a tantos grupos”.
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