Castigado por su amor romance Capítulo 1242

La mujer se dio la vuelta y miró a Sabrina con frialdad. “Qué coincidencia. Que gusto verte de nuevo”.

Sabrina estaba sorprendida.

"¡Oye! Estás limpiando los zapatos de mi esposo. ¿Quién te pidió que lo hicieras? Ya puedes levantarte. ¡Levántate!".

La mujer se burló de nuevo. “Una esposa tan noble como tú, ¿no crees que es muy vergonzoso y está por debajo de mi estatus que yo esté en cuclillas aquí limpiando los zapatos de alguien? No me parece. Mi hija ha ensuciado los zapatos de este hombre, por lo tanto es necesario que yo lo limpie”.

Antes de que Sabrina pudiera replicar, Sebastian dijo: “¡Pero yo no creo que sea necesario!”.

La mujer levantó la cabeza y miró a Sebastian sorprendida. Él dijo con un tono aún más frío: "¡Puedes irte ahora!".

La mujer miró hacia abajo. "Lo siento, fue mi hija...".

Sebastian se burló. "¡Mujer! ¡Tu comportamiento es demasiado bajo! Por favor, aléjate de mí, ¿de acuerdo? ¡No importa si la niña ensució mi zapato, pero tus acciones me hicieron sentir incómodo!”.

Sebastian ya estaba siendo cortés con la mujer. Fue porque vio a su hija, Aino, jugando con esa pequeña niña.

“Yo… lamento haberte ofendido. ¡Me iré de inmediato!”. Rápidamente, se dio la vuelta, jaló a su hija y se alejó. Cuando habían caminado una larga distancia, la pequeña, Jennifer, giró la cabeza y saludó a Aino. Aino le devolvió el saludo a Jennifer.

"¿Ellas se conocen?", le preguntó Sebastian a Sabrina.

Sabrina lo miró y sonrió. "Te sientes aún más fuerte ahora, ¿no?".

Sebastian la miró. "¿Qué quieres decir?".

Media hora después, llegaron a la antigua residencia de los Ford. Vieron a Frost de pie junto a la puerta dando instrucciones a las sirvientas.

Al ver que Sebastian, Sabrina y Aino llegaron, Frost se acercó de inmediato para saludarlos con una sonrisa. “Sebastian, estás aquí”.

Sebastian asintió hacia ella.

"Si no hubieses llegado pronto, me temo que la Abuela...". Mientras hablaba, Frost parecía estar a punto de llorar. Se cubrió la cara por un momento, luego se secó con fuerza los ojos que no tenían lágrimas. Cuando vio a Sabrina, se sobresaltó. "Oye, ¿no es esta la Señorita Shaw?".

Sabrina respondió: “¡Te has vuelto loca!”.

Frost no se molestó, pero sonrió con indiferencia. “Oh, me confundí. Aunque eres la verdadera nieta del Viejo Amo Shaw, después de todo, él es solo tu Abuelo materno. Tu apellido... no puede ser Shaw. Me equivoqué. Pensé que tu apellido era Shaw por ser la nieta del Viejo Amo Shaw”.