Castigado por su amor romance Capítulo 129

Resumo de Capítulo 129: Castigado por su amor

Resumo de Capítulo 129 – Castigado por su amor por Internet

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Sus palabras tenían tal determinación que no dejaban lugar para que Sebastian pudiera discutir.

“Si no me quiere en su vida, entonces me iré. Si quiere matarme, puede venir a buscarme”. Después, Sabrina miró hacia otro lado y se marchó.

Ella no volvió a mirar hacia atrás.

“¡Oye…!”. Kingston no pudo evitar gritar.

Sabrina siguió caminando hacia adelante. Llevaba un paraguas y caminaba a grandes zancadas. Sin embargo, las piernas de Sebastian eran más largas, y sus pasos mucho más rápidos. Rápidamente se colocó en frente y bloqueó el camino de Sabrina.

“¿Quieres mi vida ahora?”, preguntó Sabrina.

Sebastian dijo sin emoción alguna: “Cualquier contrato que haya firmado antes no puede ser ignorado. ¡Cualquier pago que tenga que hacer no dejará a nadie sin un centavo! Además, ¡tu vida no vale nada para mí! Es demasiado problema para mí quitarte la vida”.

Sabrina se sintió aliviada. Él todavía estaba dispuesto a darle el dinero, y perdonarle la vida. En ese momento, ella prácticamente le dio gracias al cielo.

Levantando la mirada, en realidad había una dulce sonrisa en su rostro. “Realmente no es necesario, Señor Ford. No puedo aceptar ese dinero. Querer ese dinero es un insulto a mi amistad con la Tía Grace. Además, quiero…”.

Sabrina hizo una pausa a mitad de sus palabras. Bajó la mirada y dijo: “Solo quiero que nos divorciemos lo antes posible”.

“Campesina, es que no lo has bebido antes, ¿verdad? El café puede ser amargo, pero el sabor después es agradable, mejora a medida que lo bebes. Te garantizo que querrás beber más después de esto”. Nigel volvió a acercar el café hacia Sabrina.

Desde que Sabrina hirió despiadadamente a Kenton en la habitación hasta el punto de que él ya no podía concebir, Nigel veía a Sabrina con otros ojos.

Él era mucho más educado con ella ahora. Si no fuera por el funeral de su tía, Sabrina ya estaría en manos de Nigel. En ese momento, él estaba realmente impaciente.

Entonces, escuchó las tranquilas palabras de Sabrina: “Joven Amo Nigel, estoy… embarazada”.

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