Castigado por su amor romance Capítulo 1295

Lori asintió con tristeza. “Exactamente, Mamá, me esforcé mucho. Usé a la niña, Jennifer, para pasar tiempo con Aino, primero para que se agradaran, y luego por medio de ella conocí la personalidad de Sabrina y sus debilidades. También estudié a Sebastian y busqué la oportunidad para encontrarme con él. Pensé que mi plan era confiable, pero nunca me imaginé que él todavía me odiaría”.

Jennie resopló. “¡Por eso digo que no eres tan hábil! Necesitas practicar más”.

"Mamá, por favor, enséñame".

“En primer lugar, debes lucir naturalmente dichosa. ¿Lo entiendes?".

“¿Igual que tú, Mamá?”. Lori miró a su madre con admiración.

“En segundo lugar, debes ser débil cuando sea necesario, hacer un bonito puchero cuando lo amerite y presta atención a esto: tienes que encontrar una pequeña oportunidad natural. Nunca lo arruines cuando tengas la posibilidad de avanzar. Sebastian no es un hombre lujurioso; si te abalanzas solo servirá para apartarlo. Cuando ya no le agradas, perderás todas tus oportunidades”.

“Mamá, entonces…”. Lori estaba muy preocupada.

“No te preocupes, con mi ayuda tendrás nuevas oportunidades. Ahora, tengo que atrapar a Sean Ford…”.

"Mamá, él es muy viejo".

"¿Viejo?". Jennie se rio con pesar. “Hubiera deseado ser mayor en ese entonces. Yo era muy pequeña para él. Si tan solo hubiese tenido siete u ocho años más en ese entonces, definitivamente estaríamos casados. Quizás te preguntes, ¿quién era Sean Ford? Hace veinte años, él era lo que Sebastian es hoy, ¿lo sabías?”.

Después de una breve pausa, Jennie dijo con tristeza: “Desafortunadamente, cuando él comenzó a tener citas, yo tenía solo once o doce años. Cuando cumplí dieciocho años, ya estaba casado y tenía tres hijos, incluso tenía una amante y un hijo bastardo. No solo eso, tenía cientos de mujeres merodeando a su lado. Ni siquiera su esposa y amante podían sentir celos, ¿qué podría yo, una mujer como yo que ha estado enamorada de él desde que era una niña? Además, ¡yo no era parte de la familia Shaw! Aunque crecí con ellos como una princesita, ¡no era un miembro oficial! Yo solo era su sobrina”.

“Por eso me fui del país en un ataque de ira. Quería conocer a un rico extranjero, para poder mantener la cabeza en alto. Pero fui... engañada”.

“Si Sean me hubiese elegido en ese entonces, ahora hubieras sido la princesa de la familia Ford. Si fueras la princesa de la familia Ford, Lori, querida, podrías tener al hombre que quisieras”.

¿Qué podría decir ella? ¿Decir que, hace diez minutos, la esposa le cortó la corbata al Director Ford, luego ella lo arrastró por la corbata hacia su oficina y que él debía estar arrodillado frente a ella, rogándole perdón?

Este era el pensamiento que pasó por la mente de la recepcionista, pero no dijo nada.

"Viejo Director Ford, tal vez debería... esperar aquí un rato...".

"¡No!". La mentalidad y el tono del Viejo Director Ford sonaban como si tuviera 20 años.

Antes de que la recepcionista pudiera reaccionar, el viejo casi había llegado a la oficina del director.

En ese momento en la oficina del director, Sebastian estaba sentado en su silla ejecutiva y, sobre su regazo, estaba Sabrina.