Castigado por su amor romance Capítulo 1322

Jennie y Gloria miraron hacia atrás al mismo tiempo.

Ambas vieron a Sabrina parada con elegancia en la entrada del club de baile.

La expresión de Sabrina era muy fría, solo con la frialdad en sus ojos amenazaba con matar a Jennie.

Jennie estaba tan asustada que empezó a temblar inconscientemente.

Sabrina ya estaba al lado de su madre.

Sonrió ligeramente mientras animaba a Gloria: "¡Bien hecho, Mamá!".

Gloria miró a Sabrina confundida. “Sabbie, ¿por qué estás aquí?”.

Sabrina miró a su madre con una expresión de pena. “Estaba trabajando y de repente sentí que me temblaba el ojo derecho. No pude dejar a un lado ese sentimiento inquietante en mi corazón y me preocupé por ti, así que dejé mi trabajo y fui a tu casa, pero no estabas allí cuando llegué”.

“Te llamé más de una docena de veces a tu teléfono, pero no respondías”.

Entonces Gloria sacó su teléfono para mirar, y efectivamente había más de una docena de llamadas de su hija.

Sin embargo, ella nunca las respondió.

Había empezado a discutir con Jennie apenas llegó, y después de eso, comenzó a golpear a Jennie, por lo tanto no escuchó las llamadas de su hija.

Gloria miró a Sabrina con pesar. “Sabbie, no tienes que preocuparte por mí. Déjame encargarme de esto, ¡quiero pelear con ella! No puedo permitir que ella y su hija sigan arruinando tu felicidad”.

Sabrina sacudió la cabeza. Dijo con un tono firme: “Si Sebastian no me ama, entonces no sería feliz con él, sin necesidad de que alguien arruine nuestra relación. Si Sebastian me ama, ni siquiera Dios podría arruinar nuestro matrimonio”.

Ante esas palabras, todos los presentes sintieron una gran admiración por Sabrina.

“Sin embargo, madre, te excediste un poco hoy. ¿Cómo pudiste golpear a alguien a plena luz del día?”. Sin embargo, Sabrina miraba a su madre con una expresión muy complaciente.

Con la presencia de su hija, Gloria se sentía apoyada.

De repente expresó sus molestias: “Sabbie, cuando viniste a mi casa anoche para comer, comencé a sentir que algo andaba mal. Por lo general, solo vienes a mi casa durante los fines de semana, así que definitivamente algo estaba mal para que vinieras de repente”.