Castigado por su amor romance Capítulo 1354

Esa mañana en el Hotel Internacional Gran Sabio, Holden se fue a toda prisa, por lo tanto Sabrina no tuvo tiempo de hacerle muchas de las preguntas que tenía. Ahora al volverlo a ver, se sentía como si hubiera pasado toda una vida.

“Has estado llorando”. Holden notó los ojos enrojecidos de Sabrina.

Sabrina no respondió. Su voz era fría y severa cuando preguntó: "¿Eres el hombre anónimo que ha estado causando problemas en Ciudad del Sur recientemente?".

Holden resopló. “¿No me viste esta mañana en el Hotel Internacional Gran Sabio? ¡Si no me hubieras ahuyentado, habría golpeado a ese estúpido que te intimidó hasta el cansancio! ¡Incluso habría golpeado a Lori y a su madre hasta que murieran!”.

Había un toque de obstinación, desesperación, piedad y una pesadez indescriptible en su tono. Era como si fuera un niño que no tenía amor y por eso estaba desesperado, haciendo berrinches para desahogar sus emociones.

“¿Qué hay de Rose Quinton?”, preguntó Sabrina. "¿Quieres matarla también?".

Holden respondió con frialdad: "¿No es ella la que más merece morir?".

“Entonces, ¿cómo es que los atacaste varias veces, pero no los mataste? Con lo hábil y cruel que eres, si realmente quisieras matar a Rose Quinton, podrías hacerlo de una sola vez, ¿no?”.

Sus facciones mostraban mucho dolor. “Sabrina, ¿no crees que matar a Rose Quinton de una vez sería una muerte demasiado fácil para ella? Quiero torturarla. ¡Quiero torturarla hasta que muera! ¡Quiero que sienta miedo!”.

“¿Y Sean? ¿Planeas torturarlo también?”, preguntó Sabrina con frialdad.

Holden: “…”.

Después de una pausa, apretó los dientes y dijo: "¿Sabes cuánto dolor tengo? ¿Lo sabes?".

Sabrina: “…”.

“Ojalá pudiera cortarlo en pedazos, despedazarlo. ¡Acaso sabes cuánto deseo que él muera! ¡No lo sabes!”.

Sabrina estaba furiosa. "¡Lo sé!".

Holden: “…”.

Holden sonrió con impotencia y miró a Sabrina. "¿Tú sabes todo?".

Sabrina no le respondió, solo le dijo a Aino: “Aino, espérame en el coche. Tengo algo que decirle al Tío Holden”.

Aino: “…”.

Miró a Holden y le preguntó: “Eres mi tío biológico, ¿verdad? El hermano gemelo de mi Papá”.

Sabrina gritó: "¡Aino!".

Holden sentía que un sollozo subía por su garganta. Se arrodilló y abrazó a Aino. “Finalmente comprendo por qué sentí que había una conexión entre nosotros desde que te vi; resulta que soy tu tío después de todo. ¿Puedo darte un beso, querida?”.

Con eso, Holden besó la frente de Aino. Entonces le dijo: “Aino, sé una buena niña; debes obedecer a tu madre. Anda, espera a tu mami en el coche”.

Aino asintió y luego subió al coche. Cuando la puerta del coche se cerró, ella empezó a llorar de inmediato, tan fuerte que le costaba respirar. “Tío Holden, ya no seas tan travieso, ¿de acuerdo? Tienes que ser un buen hombre. De lo contrario, los policías vendrán y te atraparán. Incluso si mi papá quisiera protegerte, no podría hacer nada. Si te arrestan, ya no tendré a nadie que juegue conmigo”.