Castigado por su amor romance Capítulo 1360

Holden no miró a Minerva, solamente presionaba su pie sobre Nigel mientras decía con rabia: “¡Mantén la distancia con Minerva! Viejo tonto, te desollaré vivo, ¡¿me escuchas?!”.

Entonces, levantó la pierna y le dio al hombre una rápida patada. Holden nunca le mostraba misericordia a sus oponentes o víctimas. Con esa patada, la herida en el pecho de Nigel que acababa de sanar probablemente comenzaría a sangrar de nuevo.

"¡Tío Holden!". Minerva saltó sobre Nigel.

Holden se quedó sin palabras. Su pie se detuvo en el aire.

Minerva dijo con sorpresa: “Tío Holden, escuché rumores de que Holden Payne de Isla Estrella estaba aquí en Ciudad del Sur. No les creí, pero ¿en realidad eres tú?”.

"¡Quítate! ¡¿Por qué estás protegiendo a este viejo tonto que se aprovecha de ti?!”. Holden estaba tan enojado que quería patearlo hasta que muriera. "Todavía no has aprendido tu lección, ¿verdad?".

Minerva sollozó y sacudió la cabeza. “¡No, eso no es cierto, Tío Holden! El Amo Nigel no es ese tipo de persona. En las dos semanas que lo cuidé, nunca trató de tocarme. Solo me preguntaba si tenía frío, si había una gotera, ya que le preocupaba que me resfriara. Los últimos dos meses que he estado viviendo en Ciudad del Sur, él fue quien me cuidó. ¡Me transfiere diez mil dólares cada mes!”.

Holden: “…”.

Entonces le preguntó al hombre que yacía en el suelo: "¿Es verdad lo que dice mi sobrina?".

Nigel se levantó del suelo. Miró a Holden con ojos igualmente fríos. “¡Payne! ¡Abracé a tu sobrina para sacarte de tu escondite!”.

Minerva: “…”.

Holden: “…”.

Holden: “…”.

Después de una pausa, preguntó: "¿También sientes algo por Sabrina?".

"¡No puedo!". Nigel escupió una bocanada de sangre. “¡Pero yo soy diferente a ti! Sé que ella no me ama; sé que está casada y tiene una hija. ¡Lo único que puedo hacer es desearle en silencio toda la felicidad del mundo y protegerla! ¡No arruinaré su vida feliz!”.

"¿Por eso quieres matarme?", preguntó Holden.

“Y en cuanto a mi Tío Sean y mi Tía Rose, ¿por qué sigues acosándolos? ¡Bestia, no pareces humano!”.

Mientras Holden todavía estaba aturdido, Nigel movió su cuerpo rápido y se enderezó.