Castigado por su amor romance Capítulo 1367

“Por eso, en realidad no hay mucha diferencia entre el destino de mi abuela y el mío. Ya que no hay diferencia, entonces tengo que asegurarme de que la infancia de mi hija sea diferente a la mía con la amargura de tener un padre, cuando yo nunca pude disfrutar de ninguna ventaja de tener uno”.

“Sebastian Ford, ya que no puedes darle amor a tu hija, entonces tienes que cumplir con la responsabilidad que le debes. ¡Vales billones de dólares! Incluso tus ingresos diarios se calculan en decenas de millones. Por lo tanto, una décima parte de tus ingresos diarios deben ser dados a Aino. Eso es solo una parte. ¡Y también, sus acciones! ¡Tienes que darle sus acciones a ella también!”.

Después de su breve discurso, Sabrina tomó un sorbo de agua y luego lo miró con calma. Sus ojos no tenían ni una pizca de amor y apego por él. Era como si el hombre sentado frente a ella no fuera el rey de Ciudad del Sur, el Director del Grupo Ford, sino un vagabundo que recogía basura de las calles al que ella miraba con desprecio.

De repente, sentía ganas de reír. En Ciudad del Sur, ya sea hace seis años o ahora mismo, ¿cuántas mujeres lo perseguían? ¿Se podría contar ese número? ¿Cuántas mujeres se escondían a sus espaldas y hacían todo lo posible, afilando sus garras para meterse en su cama? Harían cualquier cosa por él, pagarían cualquier precio.

Al igual que Lori Gibson. Para acercarse a él, ella incluso adoptó a una niña en el extranjero. Mientras actuaba como una mujer fría e inaccesible, hizo el ridículo en el Grupo Ford, exponiendo su escote para que el mundo lo viera. Pero aun así, no estaba lo suficientemente avergonzada; ella continuó esforzándose por llegar a su mundo.

Sin embargo, ¿qué pasaba con esta mujer sentada frente a él ahora?

Él era su esposo y ella la única mujer legalmente autorizada a quedarse a su lado, dormir con él, vivir en su casa e incluso correr a su oficina y tirar del cabello de otra mujer mientras le daba una buena paliza. Después de eso, ¡ella podría incluso cortar su corbata por la mitad!

¿Ella cómo podía ser tan indiferente con él? Como si él no fuera nada para ella. ¡Ni siquiera parecía triste! ¡Sebastian estaba furioso!

“¿Qué pasa si no quiero darte a Aino?”, preguntó Sebastian tranquilamente sin una pizca de emoción en su rostro.

Sabrina se rio con desesperación. “Sebastian Ford, para serte sincera, nunca esperé que un hombre sin corazón y de sangre fría como tú me diera a Aino. Tenía razón, después de todo. Puedes ser cruelmente despiadado cuando quieres serlo”.

Sus cejas se levantaron en lo alto de su frente. De hecho, ella estaba haciendo todo lo posible para evitar que las lágrimas salieran de sus ojos.