Castigado por su amor romance Capítulo 146

Sabrina tomó el sobre pesado, pero su corazón todavía estaba inquieto.

Si tuviera alguna otra alternativa, optaría por no aceptar el dinero. Cien mil dólares probablemente no era mucho para Sebastian, pero era suficiente para aplastar la dignidad de ella. Sin embargo, cuando se trataba de supervivencia, ¿qué valor tenía la dignidad? Sabrina se mordió los labios y trató de controlar sus emociones, tomando el dinero mientras miraba a Sebastian con frialdad. “Gracias”.

Sebastian no dijo nada.

‘Quería darte cinco millones, ¡pero no confiaste en mí!’.

Su expresión era fría como siempre. “¡No tienes que agradecerme!”.

El corazón de Sabrina estaba hecho un desastre.

Al salir del ayuntamiento después de haber formalizado su divorcio, Sabrina sabía que ya no tenía nada que ver con Sebastian. Su matrimonio no duró más de dos meses, pero había pasado por innumerables altibajos y diferentes desafíos, por decir lo menos.

Sin embargo, por alguna razón, Sabrina de repente se sintió reacia a marcharse. Justo en ese momento, sintió que algo se movía dentro de ella. Era un movimiento leve, casi como si su hijo hubiera pateado.

El feto tenía solo tres meses y, por lo tanto, todavía no era capaz de hacer eso.

Sin embargo, ya tenía latidos. Cuando Sabrina fue a su revisión, el médico le dijo: “Después de tres meses, gradualmente podrá sentir los latidos del corazón del bebé en tu vientre. Cuando lo experimente por primera vez, debe prestar atención a cómo se siente”.

Siempre había sido consciente de ello, pero nunca había sentido una sensación parecida. Incluso le había preguntado al médico al respecto, pero la respuesta del médico siempre era: “Solo espere”.

Sin embargo, en ese momento, el niño en su vientre dejó que Sabrina sintiera los latidos de su corazón por primera vez, como si le insistiera a no dejar a Sebastian.

¿Sobre qué había que dudar?

Solo le había mostrado un breve período de calidez. Después de todo, el período en el que Sebastian tuvo la amabilidad de hacerle obsequios y tratarla bien apenas duró uno o dos días. Durante el resto del tiempo que pasaron juntos, él la había estado tratando fríamente, o siempre estaba a la defensiva, ¡¿por qué debía extrañarlo?!

‘¡Sabrina, tienes que dejarlo de inmediato!’.

‘¡Sebastian es de Selene!’.