Castigado por su amor romance Capítulo 1479

Eran alrededor de las dos de la tarde cuando ella recibió una llamada de Jane. Sabrina respondió con sorpresa: "Me estás llamando muy seguido estos días, Jane".

Jane se rio casualmente. "Ya no tendré miedo de llamarte de ahora en adelante, Sabrina. Ya no huiré de Alex".

"...".

"Si hay una crisis, uno nada más tiene que resolverla. No hay problema tan grave que no se pueda resolver", dijo Jane con una sonrisa.

El tono de Jane sonaba algo deprimido y Sabrina tuvo la sensación de que ella se estaba despidiendo. Sabrina preguntó de inmediato: "Jane, ¿sucede algo…?".

"Nada", la interrumpió Jane y dijo: "Tengo buenas noticias que contarte. Encontré un trabajo lavando platos en un restaurante. Ahora mismo estoy descansando un poco, ya que terminé de lavar los platos. Hay otra buena noticia que quería contarte".

"¿Cuál es, Jane?", preguntó Sabrina con curiosidad.

"Vi muchas sobras en las mesas al mediodía, y sin yo decir nada, la dueña le pidió al mesero que las guardara para mí, para que pudiera llevarlas a casa conmigo esta noche. Eran todos platos lujosos; había hasta camarones…”.

Las lágrimas comenzaron a acumularse en los ojos de Sabrina. "Jane... Así... ¿Así es como has estado viviendo?”.

"No te sientas mal por mí, Sabrina". Jane sonrió despreocupada. "Dime, tus días en el Condado de Ciarrai debieron haber sido mucho más difíciles en comparación con lo que yo estoy viviendo ahora, ¿verdad?".

Sabrina asintió y lo admitió. "Definitivamente fue más difícil. Acababa de dar a luz a mi hija y tenía que hacer que el dinero alcanzara hasta fin de mes no solo para mi bebé, sino también para mi hermano discapacitado. Mi hermano necesitaba medicamentos todos los meses y yo no podía encontrar un buen trabajo, así que fui a trabajar como obrera de la construcción al igual que los otros hombres en el sitio, ganando aproximadamente dos mil al mes”.

"Lo que significa que estoy en una situación mucho mejor que tú". Jane se rio entre dientes. "No tengo que mover el concreto. Solo debo trabajar medio día y la dueña incluso está dispuesta a darme las sobras. Lo más importante es que encontré a un hombre que realmente me ama, así que me siento muy bendecida".

Al final, fue solo un sueño. Cuando Sabrina despertó del increíble sueño, el cielo ya se había iluminado y fue Sebastian quien la despertó.

"Levántate, tenemos que llevarte al hospital hoy".

Confundida, ella preguntó: "¿Por qué vamos al hospital?".

Sebastian le pellizcó la nariz y explicó: "Últimamente has tenido cambios de humor. Te deprimes con facilidad y lloras todo el tiempo. ¿No te has dado cuenta de que tu período está..."

Antes de que Sebastian pudiera terminar, Sabrina abrió el cajón de la mesita de noche para sacar algo antes de correr al baño. Cinco minutos después, Sebastian escuchó un grito desde el interior del baño que decía: "¡Esposo, estoy embarazada!".