Castigado por su amor romance Capítulo 1494

Al ver que Alex no respondía, la sonrisa de Jane se volvió cada vez más miserable. "Tú fuiste quien estableció las reglas, Alex, y yo las seguí a lo largo de los años. Sabes que te llamo 'Maridito' cuando teníamos intimidad, y también sabes lo mucho que te quiero, pero aun así, me echaste sin aviso, ¿no? Hay un dicho que dice que un día como marido y mujer forma un vínculo que dura para siempre. Hace siete años que tenemos un matrimonio sin títulos, y siempre te he considerado mi marido, y a tu familia como la mía. Pero, ¿y tú? ¿Me has considerado tu esposa, aunque sea por un momento? Si me hubieras considerado esposa, aunque fuera por un instante, no habrías permanecido en silencio ni te habrías negado a comprometerte conmigo, ¿verdad?”.

"¿No has estado pensando en mí como un juguete para entretenerte entre las sábanas desde el día en que te seguí a casa? ¿No has estado esperando a tu ex novia todo el tiempo en el fondo de tu corazón? En el pasado intenté cambiar la naturaleza de nuestra relación, simplemente porque te quería demasiado. Te pedí permiso para organizar una fiesta de cumpleaños para tu padre. Al final, solo invitaste a tu tía, a los Parker, a tu tío segundo y a Sebastian porque tu padre se aleja de la gente. Ni siquiera me llevaste contigo ese día. Ese fue el día en que me di cuenta de que nunca me ibas a hacer tu esposa. Pero aun así, te quiero, Alex, y por eso no pude separarme de tu lado, aunque no consiguiera el respeto y el título que anhelaba".

"Incluso cuando me quedé embarazada, incluso cuando deseaba desesperadamente tener hijos, tú... Nunca estuviste de acuerdo. La primera vez que me quedé embarazada, te dije que fue un accidente, que nunca haría nada que te molestaría o que desaprobarías, pero probablemente no me creíste, ¿verdad? Por eso sospechaste que lo había hecho a propósito cuando me quedé embarazada por accidente la primera vez. Tú mismo me llevaste al hospital para que abortara. Desde entonces, te volviste aún más cauteloso. Ibas a la farmacia por las píldoras anticonceptivas más potentes que había, te las llevabas a casa y veías cómo me las tomaba antes de volver a guardarlas en el cajón de tu mesita de noche”.

"No fue hasta la segunda vez que me quedé embarazada cuando por fin te diste cuenta de que no mentía, de que no intentaba chantajearte con un hijo. Aquella vez fui a abortar sola y, cuando volví, me acariciaste la espalda y me felicitaste por lo obediente y comprensiva que era. Alex, ¿tienes idea de cuánto tiempo pasé llorando sola en mi habitación esa noche? Esa noche, me sentí como si no fuera humana, sino un cachorro que mantienes a tu alrededor. Te agradezco que no me hayas llevado a una operación de esterilización como tu cachorro, pero esa noche, lloré hasta quedar dormida”.

"Nadie sabía lo mucho que me importaba mi hijo. Nadie sabía lo duro que era para una madre perder a su hijo tres veces seguidas. Nunca lo entenderás, nunca. No solo no lo entendiste, Alex, sino que ni siquiera te importaron mis sentimientos y mi cuerpo. ¿Alguna vez pensaste que podrías usar un condón si realmente no querías que me quedara embarazada? Pero nunca lo hiciste, y preferiste hacerme pasar por un aborto una y otra vez. Mejor aún, pudiste haberte hecho una vasectomía, pero no lo hiciste”.

"¡Claro que no lo hiciste! No es que no te gusten o no quieras tener hijos, simplemente querías tenerlos con tu esposa oficial, que en ese momento seguía viajando por el mundo. Ella era la que habías estado esperando todo el tiempo, y yo era simplemente tu mascota, Alex. Una mascota que podía hacer los deberes, entretenerte entre las sábanas, asistir a fiestas contigo y abortar sola. Tu mujer volvió de la nada sin avisar, y tú me echaste sin ni siquiera encontrarme un lugar donde quedarme ese día. ¿Pensaste en la posibilidad de que acabara en la calle cuando me echaste aquel día? ¿Te tomaste el tiempo de considerar que realmente no podría encontrar la salida con vida?".