Castigado por su amor romance Capítulo 1493

"¡Muérete ahora mismo! ¡Muérete a golpes por Alex! ¡Ese amante tuyo también! ¡Mueran los dos!", maldijo Lily con maldad.

En la calle, la zona había sido bloqueada temporalmente, dejando solo a los subordinados de Alex allí; aquellos que todavía tenían curiosidad por lo que estaba sucediendo solo podían asomarse por sus puertas.

En la calle, donde soplaba un viento helado, solo quedaban Alex, Jane y Noah, quien estaba tirado en el suelo, junto con los subordinados de Alex que los rodeaban. Todos oyeron a Jane cuando llamó a Alex "Maridito" alto y claro.

Estos hombres eran los que mejor conocían a su amo y podían darse cuenta de que Alex estaba realmente enfurecido y, sobre todo, locamente celoso. En ese mismo momento, Garrett era uno de los que más se preocupaba por Jane, pero ¿de qué servía preocuparse? Su amo nunca había dudado en quitar vidas. La falta de piedad de Alex era comparable a la de Sebastian de Ciudad del Sur. Además, Alex era un hombre que salía del infierno matando; quitar una sola vida habría sido más fácil que matar a una gallina, por lo tanto Garrett solo podía preocuparse por Jane en su corazón y ver cómo Alex seguía interrogando a Jane, con los ojos rojos.

"Mujer, ¿entonces todavía sabes que me llamabas 'Maridito'? ¡No hay otra mujer tan cruel como tú en todo el mundo! Has estado a mi lado durante siete años, ¡siete años enteros! Me ocupé de todas tus necesidades y te llevé conmigo a todas partes. Eres la única que ha logrado engendrar mis hijos engendrados, ¡solo tú! ¡Solo han pasado cuatro meses y te has olvidado completamente de mí! En solo cuatro meses, ¿has decidido que este hombre se merece tu amor hasta el punto de que estás dispuesta a sacrificarte a ti misma y al niño no nacido en tu vientre, solo para protegerlo? Jane Sheen, estás destrozando mi corazón, ¿lo sabes? ¿Cómo puede alguien ser tan hiriente como tú? Sigues afirmando que estoy aquí para matarte, pero ¿qué pruebas tienes para sugerir eso? ¡Tú eres la que no se ha contenido ni un poco, enviando cada una de tus palabras, volando como cuchillas dirigidas a mi corazón! ¿Tienes idea de lo despiadada que eres? ¡No puede haber una mujer tan viciosa como tú!".

"¡Alex Poole!", le gritó bruscamente, como si estuviera decidida a dejarlo salir todo. "La primera vez que te vi, me rescataste y castigaste a mi cuñado. Desde entonces, me enamoré de ti. Mi propia familia me intimidaba y me aprisionaba, y nunca había aprendido lo que era sentirse seguro. ¡Fuiste tú quien me liberó! ¡Nunca sabrás cuánto te quiero! Sé que siempre estás en ese caballo alto tuyo, que eres más o menos de la realeza en Ciudad Kidon. He sabido desde el principio que si quiero quedarme a tu lado para amarte, ¡tengo que rebajarme y abandonar todo mi orgullo y anhelo de título! Para amarte, para verte, aunque sea un segundo más cada día, me tuve que recordar a mí misma que debía conocer mi lugar cada día. Cumplí todos los deberes como tu sirvienta. Lavé tu ropa, lavé tu pelo y tus pies por ti. ¡He hecho todo lo que haría una sirvienta normal! Por la noche, te entretenía entre las sábanas; administraba tu casa; recordaba los cumpleaños de tus padres; organizaba todas las citas con tu familia y amigos; e incluso ayudaba a cuidar de tus subordinados. Todo lo que era el deber de una esposa, ¡lo he cumplido también! ¡No solo como sirvienta y esposa! Alex, nunca he faltado a una sola reunión a la que hayas asistido, ¿y alguna vez te he hecho quedar mal? ¡Todo el dinero que hubieras necesitado gastar en contratar una acompañante ha sido sustituido al tenerme cerca! Solía pensar que tal vez yo era un poco diferente de los demás en tu corazón. Me habría dado por satisfecha, aunque solo fuera ligeramente diferente, y no te habría culpado, aunque no me dejaras un lugar en tu corazón. Pero luego, apareció tu ex novia, a la que no veías desde hacía diez años, y me echaste sin previo aviso. Ni siquiera pude recoger mis pertenencias antes de que me echaras. ¿Pero te he culpado por ello? ¿Me he quejado de ello? ¿Acaso has dedicado un momento a pensar cuando te llamé 'Maridito' entre las sábanas cuando me echaste sin decir nada?".

“...”.