Castigado por su amor romance Capítulo 1500

"Eres una en un millón", respondió Alex con calma.

Sorprendida, Jane retrocedió. "Yo... no te he pedido dinero. Yo... no te pediré ni un céntimo, no te preocupes".

"¿No lo has dicho tú misma que has trabajado durante casi ocho años como sirvienta en mi casa? Una sirvienta debe recibir un sueldo cada mes y un millón no es mucho por los últimos siete años".

"...".

"Tómala, te la has ganado".

Jane seguía negándose a aceptar la tarjeta.

"Soy Alex Poole, no puedo permitir que la gente piense que soy alguien que le debe el sueldo a una sirvienta a pesar de mi enorme riqueza, así que tómala".

Con eso, Jane finalmente aceptó la tarjeta vacilante. Pero entonces, él sacó otra tarjeta y se la presentó. Tanto Jane como Noah estaban confundidos. Ella lo miró y preguntó: "¿Por qué... me das otra?".

"Pensión alimenticia".

"...".

"Tú mismo lo has dicho. Siempre has sido tú la que se ha protegido y yo nunca lo he hecho. Yo soy el culpable de tu embarazo y de lo dañado que está tu cuerpo ahora mismo. Es mi hijo el que está en tu vientre y cuando lo des a luz, yo también tengo obligaciones legales con él, ¿no?”.

Alex no dijo ni una palabra, sino que se limitó a asentir.

"Yo... fui muy grosera hace un momento al gritarte y llorar. Las cosas que te dije hace un momento... no fue mi intención que sonaran resentidas. Nosotros... Los dos somos adultos con derecho a consentir, y todo lo que he hecho por ti en los últimos siete años lo he hecho por voluntad propia. Nunca he querido pedirte nada. Lo digo en serio, Señor Poole. La culpa es mía ahora... No debí quejarme así”, dijo.

Alex observó cómo la mujer, que hace unos momentos estaba recogiendo las sobras del suelo, volvía a ser la misma elegante, grácil y gentil de antes, a pesar de su aspecto desaliñado, y se sintió inmediatamente abrumado por las emociones. Quizás esto era lo que significaba ser madre. Estaba embarazada de un niño en su interior, y eso la había hecho fortalecerse sin que se diera cuenta. Podía parecer lamentable por fuera, viviendo en lo más bajo de la sociedad, pero su afán de supervivencia y su fuerza para arrastrarse para salir de todo el sufrimiento no habían hecho más que fortalecerse, hasta el punto de recoger las sobras del suelo solo para sobrevivir.

Por alguna razón, las lágrimas empezaron a acumularse en los ojos de Alex. De repente recordó sus propias palabras cuando dijo que Sebastian se estaba ablandando hace poco más de una hora, y Sebastian le dijo: "Alex, Sabrina está embarazada de nuevo. Ahora soy padre de tres".

'Ah, sí. La paternidad ablandó a un hombre tan despiadado como Sebastian; entonces, ¿por qué no iba a hacer lo mismo conmigo?’, pensó.